Cada vez con mayor frecuencia me pregunto que significa ser ingenuo. La cuestión está relacionada con la actitud que tengo que adoptar frente a los argumentos que propone el mundo.
Puedo ser ingenuo frente a la maldad?
Puedo ser ingenuo ante las uniones del mismo sexo?
Puedo ser ingenuo frente a la teoría que los niños deben tener la libertad de poder elegir su sexo?
La lista es tan larga como puedan ser la preocupaciones de los creyentes frente a lo que el mundo nos plantea, que llama a lo malo bueno y a lo bueno malo.
La gravedad de este planteamiento, es que la ingenuidad nos puede llevar a la peligrosa actitud de la tolerancia, frente a todo y frente a todos.
Cuando comenzamos a tolerar lo poco, llegaremos a tolerar lo mucho, porque así seremos más modernos, viviremos de acuerdo a lo que el mundo propone y seremos hombres y mujeres de este tiempo.
Pero es eso lo que nos demanda Dios?
O lo que el Eterno nos reclama es fidelidad para el cumplimiento de los Mandatos que recibimos?
Así llegaremos a la conclusión, que la ingenuidad es la manera más sutil de llegar a la tolerancia, que es una de las mejores formas de apartarnos del Creador.
Proverbios 3:1
Hijo mío, no te olvides de mi ley,
y tu corazón guarde mis mandamientos.
Provérbios 3:1
Filho meu, não te esqueças da minha lei,
e o teu coração guarde os meus mandamentos.
Diego Acosta Neide Ferreira