Las decisiones políticas de los hombres parecen avanzar sobre las decisiones trascendentales de Dios, especialmente con relación a Su Ciudad: Jerusalén.
No ha existido ni existirá ninguna ciudad que tenga la grandeza espiritual de la Ciudad de David, la Ciudad donde retornará el Señor en su Segunda Gloriosa Venida.
En tiempos difíciles es necesario comprender la tremenda importancia de la enseñanza que nos proporciona la Palabra de Dios, que contiene la afirmación en la hora de las dudas.
Si pensamos como el mundo, podremos creer que alguna fuerza humana pueda dividir nuevamente a Jerusalén en dos partes, como estuvo dividida hasta hace unos años.
Si pensamos espiritualmente comprenderemos que el cumplimiento de las profecías, tornan indivisa a Jerusalén, que es el fundamento de la Nueva Jerusalén, anunciada en Apocalipsis.
No permitamos que las afirmaciones del mundo y de los hombres nos lleven a la incertidumbre, porque lo que Jesús anunció en Apocalipsis se cumplirá inexorablemente.
No es hora de dudar, sino es hora de prepararnos para que cuando lleguen los gloriosos momentos que se avecinan, estemos listos para ser llamados en su Gloriosa Presencia.
Salmos 137:6
Diego Acosta García