HACIENDO MEMORIA – DCCLX
23 de Enero de 1950
Dos años más tarde de la Declaración del Estado de Israel, el parlamento elegido democráticamente, votó una histórica ley.
Estableció que Jerusalén sería la Capital del Estado, aún cuando la parte este de la Ciudad Santa estuviera en poder los árabes.
Jerusalén había sido la capital del Reino de Israel y del Reino de Judá. Fue allí donde ejerció su autoridad el Rey David. A partir de la Guerra de 1967 volvió a ser única e indivisa.
Diego Acosta