Nadie se puede llegar a imaginar la ferocidad del diablo cuando actúa en contra de los hombres.
Nadie.
El Único que sabe cuán grande es esa maldad del diablo contra la joya de la Creación de Dios, es el propio Dios. Y por eso estamos advertidos sobre cómo deben ser nuestras actitudes.
No se trata de tener miedo del diablo. Se trata de no juguetear con cosas muy serias y que deben hacernos reflexionar.
Si no somos capaces de entender que la lucha entre el Bien y el mal es a muerte, no habremos entendido nada.
Dios libra la batalla por la Vida y ha vencido y vencerá. El enemigo que sabe que tiene perdida su guerra contra el Todopoderoso, solo busca la muerte y la destrucción de quienes están distraídos o son hacedores de la maldad.
Estamos advertidos. La lucha contra el mal no es un juego, ni un entretenimiento ni mucho menos una forma de buscar notoriedad.
La lucha contra el enemigo es una Victoria total de Dios, pero serán muchos los que pierdan la vida por su rebeldía o negligencia.
Efesios 4:27
ES – Ni deis lugar al diablo.
PT – Não deis lugar ao diabo.
Diego Acosta / Neide Ferreira