LA BIBLIA ENSEÑA

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LA REBELIÓN Y CAÍDA DEL HOMBRE – I

Comienza el drama fundamental de la Historia de la Humanidad. Ningún hecho posterior asume la importancia que tiene la rebelión del hombre para con su Creador.
El hombre hace uso de la opción que Dios le confirió para elegir entre el bien y el mal. Queda claramente evidenciado que ni el Eterno ni el propio hombre pueden ser acusados del pecado, porque resulta inherente a la esencia del Maligno.
Satanás afectó con su acción el sistema de creencias que Dios había establecido para los hombres y por tanto comenzó por cuestionar sutil y progresivamente aquello que había establecido a través de Adán y Eva para todos los hombres.
El orden del enemigo es tan concreto como avieso: Primero nos atrae por la eficaz herramienta de la curiosidad, luego nos inocula la duda y finalmente plantea la rebeldía como una alternativa natural frente a lo que se nos ha presentado como la falta de Amor de Dios para con nosotros, al plantearnos la posibilidad de ser enviados al infierno por nuestras faltas.

Génesis 3:1 Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

Se inicia el drama de los padres de la humanidad. Debemos plantearnos: Por qué Satanás eligió a la serpiente para cumplir su designio de destruir a las joyas de la Creación?
Porque la serpiente era astuta, superior a los demás animales que poblaban el Edén.
Debemos centrarnos en esta elección para comprender que siempre los planes del enemigo estarán llenos de sutileza y serán capaces de llamar nuestra atención. Los planes de maldad no resultarán fácilmente reconocibles y por eso despertarán nuestra curiosidad y no nuestra desconfianza. Difícilmente Eva podría mostrarse recelosa frente a una de las criaturas Creadas por Dios.
Incluso con la primera palabra que utiliza para dirigirse a la mujer, ya está planteando una posibilidad plena de suspicacia…Conque.
Satanás desde el momento mismo en que inicia su plan lo hace provocando una radical tergiversación de lo establecido por el Eterno. No se dirige al hombre, que era naturalmente el responsable de la familia que Dios ha Creado. Se dirige a la mujer, para alterar el orden buscando afectar a quién ha sido colocada en un plano de dependencia hacia el hombre.
Este detalle lo debemos de tener presente en nuestra vida cotidiana y especialmente cuando debamos enfrentar situaciones donde la confrontación con las grandes decisiones del Todopoderoso deben ser puestas de manifiesto.
Nunca olvidemos que el principal propósito de nuestro enemigo no es otra cosa que destruir la Obra de Creación del Soberano.

Diego Acosta

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