DEVOCIONAL
Más de una vez he visto como hay personas que se burlan de otros y son amargos en sus risas y ofensivos en sus gestos.
Incluso también, más de una vez fui objeto de burLas, que lastiman y duelen, y se tornan en inolvidables provocando el rencor y los malos deseos.
Por tanto tengamos en cuenta el tremendo valor de la burla, del daño que puede causar y sobre todo del daño que puede causar en el propio burlador.
Si me burlara de alguien, por las razones que sean, seguramente habría en mi corazón una enorme dosis de soberbia y también de falta de respeto.
Sería yo un ser superior si me burlara de alguien?
Decididamente no, sino que reflejaría mi pobreza de espíritu, mi mala voluntad hacia el prójimo y también la torpeza y negligencia de mi proceder.
Perdono a quienes se burlaron de mí y pido perdón por cada una de mis burlas, porque me apartan de Jesús y de su Mandato de cuidar del prójimo.
Proverbios 13: 1
El hijo sabio recibe el consejo del padre;
mas el burlador no escucha las reprensiones.
Diego Acosta / Neide Ferreira