DEVOCIONAL
Una calle puede ser agradable o triste, según con los ojos con que se la mire. Puede ser también alegre o siniestra, según el estado de ánimo de quién la observe.
Hace unos días caminando en una gran ciudad, pude ver cuántas iban y venían, formando parte de esa especie de jungla, donde solo están seguros los más fuertes.
En esos momentos el Espíritu me advirtió sobre mi actitud, de ser solamente espectador, de ser solamente alguien que mira con una cierta preocupación.
No tengo el Mandato de llevar la Palabra de Salvación?
Y teniéndolo, por qué no lo llevo a esas personas que tanto me conmovieron?
Creo que estoy tan ocupado en mis hechos cotidianos, que no encuentro el tiempo necesario como para llevar a esos hombres y mujeres, la misma Palabra que cambió mi vida.
Que hubiera pasado conmigo, si la persona que me habló de Jesús, hubiera estado tan ocupada como yo lo estoy ahora?
Lucas 3:6
ES – Y verá toda carne
la salvación de Dios.
PT – E toda carne verá
a salvação de Deus.
Diego Acosta / Neide Ferreira