DEVOCIONAL
David le expuso a Jehová que había reunido importantes cantidades de dinero y también de materiales para construir el Templo.
Estaba explicando lo que estaba en su corazón de ser el hombre que levantaría el Templo que se consagraría para guardar el Arca y honrar al Eterno.
Este plan del rey no fue aprobado por Jehová y en cambio le anunció que sería su hijo quién haría la obra tan relevante para Israel, por cuánto sería un hombre de paz y no de guerra.
Profundizando en la cuestión, es para tener en cuenta cómo pueden ser de diferentes las propuestas que haga a título personal, con lo que Dios pueda disponer.
No basta con desearlo ni con haber trabajado duramente por realizarlo, si no está bajo la Voluntad del Supremo, porque ÉL conoce mi corazón y por tanto sabe de mis intenciones y de mis propósitos.
El caso del rey David y el Templo, bien puede aplicarse a mi vida desde la perspectiva de entender que ningún plan o proyecto es tan importante, como para no estar bajo la Autoridad del Padre.
1 Crónicas 22:16
Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová.
Diego Acosta / Neide Ferreira