DEVOCIONAL
Hay pocos hombres en la historia, que puedan aproximarse a los extraordinarios acontecimientos que vivió Noé, el hijo Lamec y nieto de Matusalén, el hombre más viejo de la Biblia.
Pocas cosas hay más impresionantes que su obediencia y firmeza de convicciones, por cuanto a lo largo de más de 120 años perseveró en construir el arca que le había mandado que hiciera Jehová.
Y también ser protagonista de la desaparición de la vida en la tierra, tras el diluvio de 40 días y 40 noches, por la maldad de sus contemporáneos.
Ese hombre notable, se embriagó y sus hijas cometieron un acto condenable, que tuvo graves consecuencias en las vidas de muchas personas.
Esto nos hace depositarios de una enseñanza que nunca deberemos desechar. Nadie está exento de caer en el pecado, en cualquier momento y en cualquier circunstancia.
Todos los esfuerzos que hacemos en vana-gloriarnos, los deberíamos emplear en guardarnos pero de nosotros mismos, ya que somos el enemigo más cercano que tenemos.
1 Corintios 10:12
Así que, el que piensa estar firme,
mire que no caiga.
1 Coríntios 10:12
Aquele, pois, que cuida estar em pé,
olhe que não caia.
Diego Acosta / Neide Ferreira