LA HORA DE LA PRUEBA

Hace algún tiempo alguien comentó que creía que estaba viviendo el tiempo de la prueba que el Señor nos pone y en esa afirmación estaba implícito el peso que constituía para él ese momento.

En el fondo este amigo estaba buscando el apoyo y la solidaridad de quienes estábamos a su lado, para que intentáramos hacer más llevadero ese enfrentarse con la realidad.

Me sorprendió cuando uno de los que escuchábamos el relato de los «porque» y de los «como» relacionados con la prueba, tuvo una palabra de sabiduría que siempre recordaré.

Le dijo: puedes estar muy contento porque esta prueba significa que Dios te tiene muy presente y de que te ama mucho, porque caso contrario no se estaría ocupando de tí.

Fue tan impactante este mensaje que nadie permaneció impasible y todos comprendimos que esa frase encerraba una profunda reflexión vinculada con las pruebas de Dios.

Nos quedó claro que el Señor siempre está atento a nosotros y así como en determinados momentos sentimos su Gracia en otros nos toca vivir su preocupación y amor por cada uno de nosotros.

Recordemos siempre en la hora de la prueba que nunca deberemos soportar nada que sea superior a nuestras fuerzas y que siempre en esos momentos su Gracia estará con nosotros.

2 Corintios 12:9
Diego Acosta García

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