SEÑOREAR O DAÑAR LA TIERRA?

Nuestros padres Adán y Eva recibieron el mandato de Dios de señorear sobre todo lo creado en la tierra, un mandato que lleva implícito la gran responsabilidad de la mayordomía.

Este mandato se prolonga a través de las generaciones  a todos los hombres y las mujeres que en distintos tiempos históricos habitamos la tierra.

Si observamos los resultados podremos afirmar que hemos sido malos mayordomos sobre todo lo creado y que además insistimos en seguir dañando la tierra.

Es tan grave la violación del mandato recibido, que hasta se han inventado artimañas supuestamente legales por las cuáles se cambian daños por dinero.

Los países que causan daño pagan a los países que por distintas razones no son contaminantes, con lo cual se establece una especie de acuerdo para seguir dañando el planeta.

Este perverso sistema lo único que facilita es seguir manteniendo las actuales condiciones, en las que progresivamente la tierra sufre la acción del hombre en su condición de máximo predador.

Por mucho que encontremos fórmulas más o menos ingeniosas, lo cierto es que los hombres y las mujeres estamos violando el mandato de señorear la tierra, que supone que seamos mayordomos fieles delante del Creador.

Debemos pensar que señorear la tierra es responsabilidad de cada uno de nosotros y la mayordomía que está implícita, es también una responsabilidad personal por la tendremos que responder ante Dios.

Génesis 1:28
Diego Acosta García

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