El sentido de la afirmación de que a Jesús se le dio de beber cuando tuvo sed y de comer cuando tuvo hambre, está claro.
Es rotundo en cuanto al pensamiento del Hijo del Hombre. Pero, trasladando la simbología, que ocurre cuando mentimos?
Es evidente que servimos al padre de la mentira y por crudo que nos resulte nos alejamos dramáticamente del Padre de la Verdad.
Cuando mentimos no solo nos hacemos daño a nosotros mismos, sino que dañamos gravemente a quienes creen en lo que afirmamos.
A veces los daños causados por la mentira son irreparables. Pero mientras sea posible, debemos humillarnos y pedir perdón por nuestros errores.
El dador del perdón estará esperando nuestro arrepentimiento sincero y nuestra decisión de no volver a incurrir en la mentira.
No seamos mentirosos compulsivos, porque bien puede llegar el momento en el que nuestro arrepentimiento no alcanzará para ser perdonados.
Y entonces seremos esclavos de la mentira.
Para siempre.
Proverbios 12:22
Los labios mentirosos son abominación a Jehová;
Pero los que hacen verdad son su contentamiento.
Provérbios 12:22
Os lábios mentirosos são abomináveis ao Senhor,
mas os que agem fielmente são o seu deleite.
Diego Acosta / Neide Ferreira