Blog del TIEMPO
Hace 47 años, el 6 de octubre, cuando Israel recordaba el Yom Kippur o Día del Perdón, Siria y Egipto atacaron desde dos frentes iniciando la cuarta guerra desde la creación del Estado judío.
Los sirios atacaron los Altos del Golan, que estaban en poder de Israel desde la Guerra del 67 y los egipcios iniciaron las operaciones armadas cruzando el Canal de Suez tomando posiciones en el desierto de Sinaí.
Los primeros cuatro días de combates fueron favorables a las fuerzas árabes, porque Israel comenzó su contra ofensiva a partir del día 10, en tanto que Estados Unidos apoyaba a su aliado y los rusos a sirios y egipcios.
Se ha comentado que esta guerra significó el fin del criterio de la invencibilidad de los israelíes. Sin embargo hay un aspecto que debe ser destacado, por su histórica comprobación.
Durante los combates se produjeron varios hechos que fueron sobrenaturales, aunque resulte sorprendente o fuera de lugar esta afirmación.
Si las fuerzas de Israel perdieron su condición de imbatibles, no es menos cierto que el Dios de Israel guardó a su pueblo y especialmente a sus combatientes.
Existen documentos irrefutables que prueban esta afirmación. Aún en la guerra, el Eterno cuida de los suyos.
Diego Acosta