LAS FOTOS

Un tanto sorpresivamente nos encontramos ante fotos que nos recordaban desde la adolescencia hasta estos días, provocando toda clase de reacciones pues siempre sorprende ver como fuimos cuando éramos jóvenes.

Quienes las mirábamos encontrábamos un motivo para la sonrisa, porque unos teníamos una determinada forma de vestir, otros de peinarse y también otros en la forma de comportarse frente a las cámaras.

Fueron momentos simpáticos donde cada uno aportó lo suyo para que aquellas viejas fotos fueron revelando como fuimos y poder contrastar con el cómo somos.

También hubo un momento para la reflexión y todos coincidimos que el tiempo va modelando a las personas de una manera distinta, simplemente porque somos distintos desde antes de la gestación.

Esto nos fue llevando a advertir que viendo fotos antiguas resulta un poco más fácil de entender lo que significa la eternidad contrastada con el paso del tiempo.

Es decir, como desde el pecado de nuestros primeros padres, el hombre había perdido su condición original y se había convertido en un ser que viviría y moriría.
Así viendo aquellas fotos, recuperamos aunque sea en parte nuestra condición de humanos, frente a la Eternidad de Dios que no tiene ni principio ni fin.

Salmos 106:48
Diego Acosta García

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