LAS PALABRAS

En los tiempos que vivimos debemos prestar especial atención a las palabras que usamos y al valor que les otorgamos, para no caer en las trampas del mundo.

Nos referimos a palabras que desde la perspectiva espiritual tienen un profundo contenido, pero que en el mundo se transforman en una pobre versión que refleja como están las cosas en la aldea global.

Cuando hablamos de matrimonio, por ejemplo, hablamos indiscutiblemente de la unión entre un hombre y una mujer, según lo dispuso Dios en el momento de la Creación.

No hay alternativa posible ni discusión posible sobre esta cuestión y es lo que debemos de transmitir a nuestros hijos. Dios creó al hombre y a la mujer.

Pero existen otras formas de matrimonio? De ninguna manera, como tampoco existe otra forma en la especie humana, como no sea la del hombre y la mujer.

Por tanto debemos obrar con la mayor misericordia con relación a quienes viven al margen de esta realidad y debemos poner todo nuestro empeño en restaurar sus vidas.

Solamente de esta manera podremos dar contenido total a lo que significa matrimonio, sabiendo que es la unión de un hombre con una mujer, como lo estableció el Eterno. De una vez y para siempre.

Cuando hablemos del matrimonio tengamos presente esta Verdad y no nos dejemos engañar por quienes buscan desde su realidad, confundir y confundirnos. Dios no juega con sus criaturas!

Génesis 2:24
Diego Acosta García

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