LAS PREGUNTAS

Quienes somos padres y hasta abuelos, sabemos la importancia que tienen las preguntas para los niños pequeños, porque es la manera que tienen de aprender todo lo que ignoran.

Esos continuos por qué  y por qué, que tanto nos abruman es una forma sencilla y directa que tienen los niños de conectarse con la realidad más cercana.

También es cuando comienzan a desarrollar su capacidad de entendimiento y diferenciación de todo lo que los rodea: Desde las personas hasta las cosas más insignificantes.

Si entendiéramos esto en el momento oportuno, sería maravilloso poder ser partícipes de un tiempo de tantos descubrimientos, de tantos llamados de atención.

Y por qué perdemos esa capacidad de preguntar? En la mayoría de los casos la vamos dejando de lado porque cada vez somos más conscientes de que cada pregunta que formulamos es una evidencia de lo que no sabemos.

Comenzamos así a desarrollar un complejo esquema que nos lleva a ser cuidadosos de no mostrar nuestras debilidades, por aquello de la importancia que supuestamente tenemos y que podemos perder.

No temamos nunca ser como niños en aquello de preguntar lo que no sabemos. Lo que no podemos es comportarnos como niños siendo mayores. Pero siendo como niños nos acercamos más y más al Señor.

Lucas 21:7
Diego Acosta García

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