Un dibujo mostraba a dos personas arrodilladas mientras limpiaban el suelo. Nos llamó la atención que el autor hubiera reparado en esa escena para recordarla con trazos avezados y eficaces.
En que habrá pensado el dibujante?
La limpieza es algo naturalmente necesaria para vivir con decoro y también por la propia salud. Que tiene entonces de singular la escena de dos personas limpiando el suelo? Seguramente algún recuerdo o alguna enseñanza.
En el Antiguo Testamento eran especialmente aleccionadoras las instrucciones que se impartían con relación a la limpieza y a la lepra. Y todos los pasos que se debían de seguir para declarar limpio a una persona que hubiera padecido esa enfermedad.
En un sentido más profundo la limpieza puede representar la purificación de las personas y del Templo en el caso de Jerusalén. Siempre la alusión a lo limpio está estrechamente vinculada con lo santo.
La levadura también contamina lo que comemos por su propia naturaleza y esa contaminación nos convierte en impuros. Pablo también nos advierte a propósito de la contaminación de carne y espíritu.
Por tanto debemos de entender que la limpieza adquiere un relevante contenido en la vida de los cristianos, cuando buscamos alcanzar la santidad tanto física como espiritual, lo que también nos lleva a cuidar nuestra mente.
La limpieza destacada en forma sencilla por un dibujo, tiene su importancia porque bajo la apariencia de lo físico, tiene su trascendencia en cuanto a perfeccionar nuestra relación personal con Dios.
2 Corintios 7:1
Devocional: Diego Acosta
Música: Neide Ferreira
www.septimomilenio.com
Edición: Davi Blumenthal
PactoNuevo – http://www.pactonuevo.org