Hace un tiempo leí una frase que renovó mí convicción acerca de algo que los cristianos deberíamos de tener siempre presente: Que la victoria solo es posible de rodillas delante de Dios!
Esta idea resulta totalmente opuesta a los conceptos del mundo. Nadie se prepara para combatir poniéndose de rodillas.
Nadie!
Sin embargo esta es una de las grandes diferencias que tenemos con el mundo. Podríamos decir, que una de las mayores.
Con la exaltación del hombre por el hombre mismo, que no es otra cosa que humanismo, el mundo se hace la idea de que el hombre es invencible cuando se decide a luchar por sus conflictos.
No estamos hablando de ideales, porque no son la cuestión más importante. Lo que sí resulta más relevante es que el hombre por su capacidad es capaz de sostener esos ideales, por confusos que sean.
Frente a esta postura del mundo de exaltación del potencial de los hombres, los cristianos sabemos que no es de pié como debemos combatir.
Y mucho menos pensar en la victoria adoptando la posición de erguidos!
Todo lo contrario!
Puestos de rodillas podremos vencer cualquier situación o adversario, porque solamente así estaremos depositando nuestra confianza en el Único que puede lograr la Victoria Final.
En esto confío en mis batallas cotidianas!
En esto confío cuando la adversidad adopta la forma de cualquier enemigo, por tremendo que me parezca, pues lo estoy midiendo con mis ojos. Y quién lo derrotará es el Poder de Dios.
Así que a la hora de luchar, de rodillas! Esta es la postura para triunfar con el Eterno!
Salmo 55:18
PT – Livrou em paz a minha alma da guerra que me moviam;
pois eram muitos contra mim.
ES – El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos.
Diego Acosta / Neide Ferreira