Cuando nos enfrentamos a situaciones que representan grandes cambios, circunstanciales o no, repercuten en nuestro interior.
La cuestión fundamental es la actitud que adoptamos frente a los acontecimientos que se proyectan hacia un futuro que nos es desconocido.
Nos preocupamos?
Nos atribulamos?
Nos perturbamos?
Todas estas preguntas están dirigidas a las actitudes que se originan en la visión mundana de la vida!
Podríamos decir que ante lo nuevo, la incertidumbre nos domina y altera hasta nuestro modo de pensar, simplemente porque no sabemos cómo obrar frente a lo que desconocemos.
Esta situación ha sido una constante en mi vida, hechos nuevos y reacciones desmedidas, desproporcionadas y la mayoría de las veces equivocadas.
Pero, todo cambió a partir del momento en que Jesús fue el eje central de mi existencia!
Lo que antes eran dudas tremendas, se convirtió en la sencilla y casi infantil confianza, de recordar a cada momento que el Señor está en el control de todo.
Puede parecer que se trata de una postura irresponsable o carente de toda lógica, pero la Confianza no responde a ningún cálculo o método establecido por la mente de los hombres.
Todo lo contrario. La Confianza desafía la mente humana y la trastorna hasta los confines de lo imprevisible y de lo sobrenatural.
Porque en definitiva, ante lo nuevo lo mejor que podemos hacer es tener una Confianza que exceda los límites del pensamiento y solo pueda ser aceptada por la fe de nuestro corazón.
No tengamos ningún miedo ante lo desconocido. Porque lo que no sabemos, está bajo la Autoridad Soberana del Eterno!
2 Corintios 5:17
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es;
las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
2 Coríntios 5:17
Assim que, se alguém está em Cristo, nova criatura é:
as coisas velhas já passaram; eis que tudo se fez novo.
Diego Acosta / Neide Ferreira