LOS INDIFERENTES

 

Seguramente todos conocemos a personas que viven con la mayor indiferencia con relación a todos lo que los rodea, como si pudieran caminar por las alturas sin tocar la tierra.
Esas personas son las que tienen una profunda preocupación por ellas mismas y están totalmente centradas en sus propias vidas, no dejando lugar a nada que sea ajeno a ellas.
La indiferencia se convierte en una seña de identidad, en una forma de comportarse y en una forma de relacionarse. Solamente hay interés cuando se trata de un tema que les afecte.
Ignoran de esta manera lo que nos pasa a los hombres y mujeres que vivimos junto a ellos, y tratan que todo lo que nos ocurra no les produzca ningún inconveniente.
Como distinguimos a los indiferentes? Son altivos, distantes, con una cierta dosis de prepotencia y otra de superioridad que los hace ser distintos a todos nosotros.
Nos deben preocupar los indiferentes? La respuesta debería ser que no, por la simple razón que ellos no se preocupan por nosotros, pero esa no es una respuesta digna de los hijos de Dios.
La indiferencia de algunas personas, nos tiene que hacer reflexionar cuanto trabajo queda por hacer para establecer el Reino. Mientras queda un solo indiferente, la tarea no estará terminada.
Proverbios 16:5
Diego Acosta García

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