MIEDO a los espíritus de los muertos

PERSONAL

Una de las características de esta celebración de los celtas, era que resultaba conveniente disfrazarse para confundirse con los malos espíritus que se mezclaban con los vivos.

En el solsticio del otoño, cuando se daban por terminadas las cosechas en Irlanda y comenzaba un nuevo año céltico, esta práctica de confundirse con los malos espíritus, generó varias situaciones.

Una era la de los disfraces y otra la de realizar banquetes en las tumbas de los muertos familiares, como otra forma de confundirse con los espíritus que esa noche se consideraba estaban liberados para deambular entre los vivos.

La iglesia católica quiso “cristianizar” este evento y creó el día de todos los santos, que se celebra el primero de Noviembre.

En realidad Halloween, puede interpretarse como la noche de brujas o la noche de la víspera de los difuntos. La Palabra de Dios nos enseña que no debemos de tener tratos con los muertos ni mucho menos intentar comunicarnos con ellos.

La participación de los niños en Halloween, debe ser un llamado de atención para los padres y preocuparse para que en ningún caso los hijos participen de lo que se “celebra” en este día.

Diego Acosta