A lo largo de los tiempos los hombres hemos tenido múltiples formas de comunicarnos, pero desde luego nunca como en estos tiempos esas formas han progresado exponencialmente.
Siempre habrá habido métodos para no aceptar comunicaciones que considerábamos indeseables y por eso las llamamos no deseadas.
A los usuarios de estas tecnologías esta forma de comunicación que es un Devocional les puede sorprender que utilicemos este tema para acercarnos a las cuestiones relacionadas con el Eterno.
Y de lo que se trata es de utilizar la herramienta de: No deseado, para delimitar todo aquello que no contribuye a nuestro crecimiento espiritual y que por el contrario, lo puede afectar.
Podríamos decir que las tecnologías por sí mismas son inocuas, pero somos los usuarios y obviamente los seres humanos los que nos encargamos de pervertirlas con nuestras acciones.
Sabiendo que esto es así deberíamos extremar la prudencia y aplicar el mismo interés que ponemos en eliminar lo no deseado para discernir entre lo que es bueno y lo que es malo.
Y tan importante como eso, saber discernir lo que es verdaderamente bueno y no llamar a lo malo bueno. Usar los instrumentos del mundo para conquistarlo es correcto. Pero debemos hacerlo con la mayor sabiduría.
Salmos 135:5
Diego Acosta García