DEVOCIONAL
Un amado maestro me enseñó que la Biblia, era la inspiración de Dios desde el primer versículo de Génesis hasta el último de Apocalipsis y por tanto estaba obligado a leerla completa.
En realidad me estaba diciendo que tenía que leer aquello que me gustaba y también lo que me confrontaba con mis propios hechos, la mayoría de los cuales estaban errados.
Y esto que es una Verdad para mí y para todos los creyentes, adquirió una especial relevancia cuando Jehová habló al pueblo de Jerusalén, que se había abandonado al culto de otros dioses en los huertos de los alrededores de la Ciudad Santa.
A través del profeta Isaías les advirtió que lo hacían eran actos de rebeldía y tanto ellos como autores y los propios huertos, como obras de sus manos arderían por el castigo de su maldad.
Esta advertencia está pendiente sobre mis obras y mi vida que están siendo juzgadas por mis rebeldías.
Isaías 1:31
Y el fuerte será como estopa,
y lo que hizo como centella;
y ambos serán encendidos juntamente,
y no habrá quien apague.
Diego Acosta / Neide Ferreira