PACIENCIA

Cada vez que hacemos mención a nuestra falta de paciencia, a lo impaciente que somos, en realidad no estamos haciendo otra cosa que confesar que la obra del Espíritu está inconclusa.

La falta de paciencia es la que nos lleva de manera directa a la actitud de desear que todo se concrete ahora, este momento, sin entender que todo forma parte de un proceso.impatient3

Queremos, ansiamos, precisamos que todo sea YA, como si fuéramos tan poderosos que tenemos la capacidad de decidir en qué momento deben suceder las cosas que están determinadas.

La impaciencia ignora que el Señor tiene un propósito maravilloso para nuestra vida del que tomaremos posesión cuando el Eterno lo disponga. Nunca antes. Nunca después.

Por estas razones la obra del Espíritu está inconclusa en nosotros, porque no hemos aprendido que la paciencia es un fruto de nuestro crecimiento espiritual, no de un talento o de una forma de ser.

Ser paciente no es lo mismo que tener paciencia. Ser paciente es tener una determinada capacidad para esperar. Tener paciencia es la confianza que tenemos que todo se cumplirá.

No hagamos alarde de nuestra falta de paciencia. Tengamos un acto de arrepentimiento por nuestra ansiedad que no es otra cosa que la falta de confianza en el Señor.

Romanos 8:24-26
Diego Acosta García

www.septimomilenio.com

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