PEDIDOS

 

Hace algunos años nos sorprendió una pregunta: Podemos pedirle a Dios que nos libre de las multas en las autopistas? La respuesta tuvo que ser necesariamente otra pregunta.

Por qué Dios tendría que obrar para librarnos de multas en las autopistas? Y la respuesta nos dejó más que perplejo: Y porque a veces conducimos con exceso velocidad ley2y entonces…

Este caso tan sorprendente puede servir como ejemplo de cómo nos comportamos los creyentes en términos generales y en la mayoría de las situaciones.

Podríamos decir que es una situación en donde el doble ánimo se manifiesta, aunque de una manera diferente. Queremos vivir fuera de las normas, pero deseamos que a pesar de ello el Señor nos guarde.

En otras palabras: Nos gustaría poner en práctica aquello de… vive como quieras, pero contando con la seguridad de que a pesar de ello, tendremos el cuidado de Dios.

Nos recuerda a lo que la Biblia nos enseña acerca de que no podemos tener dos señores en la vida, porque evidentemente no seremos fieles ni a uno ni al otro.

Es necesario que entendamos que la vida cristiana debe ser rotunda y categórica en cuánto a que todo lo que hagamos, debe estar en línea con lo dispuesto por el Señor para cada uno de nosotros. Incluso la velocidad.

Deuteronomio 30:10
Diego Acosta García

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