PRECIO


Un ingenioso chiste narra la historia de una persona que acepta una determinada oferta ante la promesa de una importante cantidad de dinero. Pero cuando le disminuyen la cantidad, se declara ofendida.

El tema está planteado con una gran sutileza, pero no deja de revelar como es nuestra condición y como obramos según cada situación y también como son de cambiantes nuestras actitudes.

Se le atribuye a Napoleón el haber afirmado que todo hombre tiene su precio. Y probablemente esté en lo cierto, siempre y cuando se lo considere desde la perspectiva del mundo.

Tal vez desde esa visión la frase sea irreprochable y tristemente cierta. Obramos con una escala de valores totalmente condicionada por el dinero, de allí el tanto tienes… tanto vales.

Pero esto es siempre así?

Desde luego que no. Los hombres y mujeres que aceptamos a Jesús como nuestro Señor y nuestro Salvador, fuimos comprados por el sacrificio supremo del Hijo de Dios en la Cruz.

Porque fue tan grande el precio pagado por todos nosotros, nunca más hubo sacrificios de sangre reclamados por el Eterno. El de Jesús fue el sacrificio final.

Por lo tanto debemos comportarnos como lo que somos: Hijos de Dios redimidos por la sangre del Cordero. Si algún día aceptamos que se nos ponga precio, estaremos rechazando la mayor Gracia que se nos ha concedido.

Mateo 27:9
Diego Acosta
Música: Neide Ferreira

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