QUE DAMOS…?

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Hace muchos años, escuché una frase que resultó inolvidable y verdadera: Lo que se entrega de limosna es como un analgésico para la conciencia.

Es evidente que no fue este el lenguaje empleado, pero el hecho sí resulta totalmente verídico y además con protagonistas con nombres y apellidos.

Recuerdo que luego de escuchar la frase se la comenté a mi madre, quién con sencillez me contestó que probablemente tenía razón quién la había dicho.

Ella no frecuentaba ninguna iglesia así que el tema de dar limosna o como se llamare la ofrenda, no le resultaba familiar.

Pero sí, la actitud, de dar con el único y exclusivo propósito de poner un poco de paz en la conciencia!

Lo ocurrido hace muchos años, sin embargo tiene plena vigencia en los tiempos actuales. O es que han cambiado las actitudes de quienes supuestamente colaboran para ayudar a quienes lo precisan?

Las necesidades como mínimo, siguen siendo las mismas y casi por idéntica razón, el interés de ayudar está más relacionado con cuestiones personales que con el verdadero sentido de la Misericordia.

Por todo esto, tal vez resulte interesante interrogarnos en la más estricta intimidad, acerca de QUE DAMOS?

A propósito de este interrogante recuerdo que un día una persona comentó: Nada doy, porque nada tengo!

Era eso cierto?

No.

Todos tenemos algo para dar, que necesariamente no tiene por qué ser dinero. Podemos dar tiempo, paciencia, comprensión, aliento, disposición, amabilidad y también compañía.

Volviendo a la cuestión original acerca de lo que damos, examinemos nuestro corazón y seamos honrados con la respuesta que demos.

Lucas 18:22

Jesús, oyendo esto, le dijo: Aún te falta una cosa: vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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