SEGUNDOS…

segundos


Si se me preguntara cuál ha sido uno de los mayores impactos recibidos en la vida de hombre nuevo, podría responder con toda seguridad sobre uno.

Una maestra en los primeros tiempos de bebé en la fe, comentó acerca de la importancia que tienen nuestros hechos, más que nuestras palabras.

Esto francamente me sorprendió porque siempre creí en el valor de la expresión oral, pero aún así seguí escuchando con atención.

La maestra dijo: Imaginen una calle y en un determinado momento nos cruzamos con una persona. Cuánto pudo durar ese momento?

Las respuestas fueron más o menos coincidentes: Segundos casi sin llegar a un minuto en ningún caso.

Ella insistió con la pregunta y nosotros con las respuestas. En ningún caso en una situación como la había planteado la situación de ver a una persona y a la inversa, podría llegar a un minuto.

Por fin la maestra situó la situación en la forma que deseaba. Entonces, si nos podemos imaginar que nos cruzamos con una persona y tardamos menos de un minuto en hacerlo, que pasaría si esa persona hubiera visto a Jesús?

Nos quedamos perplejos y sin palabras!

Ver a Jesús en una acera?

Muy cierto dijo la anciana…eso es lo que puede ocurrir con las personas que nos rodean. Que vernos durante menos de un minuto, sea el único tiempo que tengan de relacionarse con Jesús.

Confieso que de solo pensarlo me estremezco recordando todos los malos ejemplos que pude haber dado, representando a Jesús ante quienes me rodeaban.

Es tiempo de aprender y tiempo de corregir nuestras actitudes.

Hebreos 1:3

Diego Acosta / Neide Ferreira

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