SÉPTIMO MILENIO: BASURA Y MAYORDOMÍA

Los hombres precisamos evidencias de los resultados de nuestras actitudes  individuales y colectivas, para intentar reaccionar frente a las tremendas consecuencias que debemos afrontar. Por eso unimos términos tan opuestos como la basura y la mayordomía.

Sospechosamente las informaciones relacionadas con cinco  “islas de basuras”  no tienen la repercusión que debería y solamente se la divulga en páginas especializadas.

Pareciera que en verdad a nadie la importa y menos a quienes tienen responsabilidades sobre la materia, que una masa de basura superior entre tres y siete veces la superficie de España, sea un gravísimo riesgo mundial.

Esta masa ubicada en el Océano Pacífico a unos mil kilómetros de Hawai, está compuesta por residuos plásticos que ocupan una superficie de más de tres millones de kilómetros cuadrados y pesa alrededor de 3 millones y medio de toneladas!

Esta inmensidad de plástico fue descubierta accidentalmente en 1997 y desde entonces no se ha hecho absolutamente nada para controlarla y lo que es más grave todavía, no se ha hecho nada para evitar que siga creciendo.

Los desperdicios humanos que forman esta “isla” se agrupan en un remolino gigante provocada por la fuerza de la corriente en vórtice en el Pacífico norte y gira en el sentido de las agujas del reloj.

La espiral que se forma por este fenómeno tiene una circunferencia de más de 22 mil kilómetros cuadrados y será investigada a partir de los primeros días de mayo.

A pesar de lo tremendo de esta realidad, hay todavía elementos más graves. Existen por lo menos otras cuatro “islas” y una de ellas, está ubicada entre Cuba y el norte de los Estados Unidos, en el Atlántico Norte Occidental, más concretamente en el Mar de los Sargazos.

Las consecuencias sobre el medio marino sin incalculables y el proceso de deterioro es continuo y sigue en aumento. Frente a ello la reacción de ls sociedad global, es casi un silencio cómplice.

Seguramente los hombres tendremos que recordar que Dios nos dio la potestad de señorear sobre todo lo creado y también nos dio el mandato de conservarlo. Esa es la mayordomía sobre la Tierra.

La responsabilidad no se puede derivar solamente a los gobiernos, ya que afecta a la que debe ser nuestra actitud diaria de conservar la Tierra y por tanto eso nos será reclamado como parte de nuestra mayordomía personal.

Fuentes: CNES – Centro Nacional de Estudios Espaciales
ABC – España
Diego Acosta García

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