En el país está vigente la ley laicista del año 1905 que prohíbe la presencia de símbolos religiosos en edificios públicos y monumentos, fuera de los lugares reservados al culto, los cementerios y los museos.
Como consecuencia de la masacre de París, un grupo de alcaldes ha promovido que los belenes sean colocados en los lugares públicos, con el propósito de refirmar la identidad del país.
El alcalde de Bezieres ha planteado ante los tribunales la necesidad no de restablecer un símbolo religioso, sino la de una tradición francesa.
Robert Ménard declara que él no es religioso, pero que no se puede negar que Francia tiene una cultura cristiana.
Ante la magnitud que está asumiendo este movimiento la Asociación de Alcaldes de Francia, ha solicitado al Ministerio del Interior, que determine sobre la cuestión.
Todo indica que luego de los tremendos efectos que produjo la masacre de París, este año haya belenes en Francia.
Diego Acosta
