Los miembros del CNEF – Consejo Nacional de Evangélicos de Francia – adoptaron el domingo 22 de julio una decisión de gran trascendencia y que está teniendo especial repercusión.
Este organismo tiene la responsabilidad de regular la doctrina de los evangélicos en el país y está formado por teólogos que representan a distintos sectores del evangelismo francés.
Representantes de los pietistas ortodoxos, bautistas, pentecostales y carismáticos pentecostales emitieron un documento de 30 páginas de gran significado.
El Consejo concluyó que es necesario abandonar la llamada teología de la prosperidad porque asemeja la riqueza material con la salvación cristiana e incentiva esta actitud.
El documento señala que uno de los errores de la teología de la prosperidad es esta relación entre la prosperidad física y material, entendiéndola por la salud y la riqueza, porque la salvación está vinculada al corazón.
Un pastor bautista, Thierry Huser, manifestó que la salvación se refiere principalmente a la relación con Dios y a la reconciliación con Él por medio de Cristo.
El documento de los teólogos evangélicos franceses no están de acuerdo con lo que los líderes que apoyan la teología de la prosperidad dicen a sus fieles: que no consiguen lo que buscan, es porque les falta fe.
Explica la CNEF, que los profetas de la prosperidad se protegen a sí mismos con estas afirmaciones, de todos los que cuestionan sus promesas.
Los profetas de la prosperidad adjudican todo la responsabilidad por cualquier fallo de la teología, a los propios fieles, que no esperan, no oran y no donan.
Se abre con este documento un debate en torno a la teología de la prosperidad que se originó en Estados Unidos hace alrededor de 50 años y que se ha extendido a otros países.Quienes no participamos de los fundamentos de esta teología, adherimos al pronunciamiento de los evangélicos franceses.
Fuente: CNEF
Diego Acosta García