SEPTIMO MILENIO: LA GOBERNANZA MUNDIAL

En el reciente proceso de la consagración del candidato socialista a las elecciones presidenciales francesas del año próximo, se han registrado algunos comentarios muy interesantes.
Desde la perspectiva de SEPTIMO MILENIO, llama poderosamente la atención como en cualquier orden de actividad pública, la alusión a la gobernanza mundial  tiene cabida como elemento de opinión.
En este caso la referencia estuvo obligada por el análisis de las soluciones a la crisis económica mundial y a la posibilidad de entenderla en su globalidad, por lo que sería natural que se la enfrentara con ese nivel de escala.
A problemas globales, soluciones globales. Este sencillo razonamiento nos lleva a otro que tiene muchas implicaciones y que nos debe alertar acerca del tiempo en el que estamos viviendo.
Desde la globalización las soluciones pueden tener distintas características que dependerán esencialmente, del interés nacional de cada país que muchas veces no coincidirá con el de la mayoría de las naciones.
Sin embargo la solución de la gobernanza mundial  se ofrece como una panacea no solo interesante, sino como casi absolutamente indispensable para controlar la presente situación económica.
Frente a la necesidad de establecer políticas fiscales que tengan la propiedad de actuar como factor moderador de las cíclicas repeticiones de la crisis, lo ideal sería establecer un control único de la economía.
Lo contrario a esta línea de pensamiento, es seguir actuando como hasta ahora, con soberanías nacionales respetadas en plenitud e intentar que la Organización Mundial de Comercio, no fracase en la defensa del concepto europeo del bienestar social.
Esta confrontación de posturas lleva curiosamente a la situación de que cada vez haya más voces que se inclinen por lograr que los países renuncien a sus soberanías y sean capaces de dotarse de una forma de gobierno mundial.
La idea de poder controlar la economía desde medidas fiscales y presupuestarias comunes, parece producir cada más impacto de aceptación entre los líderes políticos del mundo.
La gobernanza mundial, que se está comenzando a valorar como la gran panacea, no es otra cosa que el cumplimiento de lo establecido en el Libro de Apocalipsis.
En el Libro de la Revelación, en el capítulo XIII versículo 7, se habla que la bestia vencería a los santos  y se le daría autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. No es esto la Gobernanza Mundial?

Diego Acosta García

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