SOLO…?

DV9mar16
Un día me imaginé que estaba caminando por una playa desierta y que me encontraba completamente solo, con esa soledad que se registra en el interior.

No era la soledad de las circunstancias, sino la que de golpe parece mostrarnos que estamos vacíos, sin nada ni nadie que nos acompañe.

Puedo pensar que no soy el único que he vivido un momento como ese y puedo pensar también que tampoco será la última vez que ocurra.

La diferencia está en que aquel día comprendí la importancia de la vida interior, que siempre debe estar ajena a lo que nos rodea.

Es decir: Puedo sentirme solo rodeado de una multitud o tener la misma sensación, en el medio de un lugar sin nadie a la vista.

Esto significa que la soledad es algo que se genera por una falta espiritual, que solamente puede mitigarse cuando tenemos a Jesús.

Exactamente eso fue lo que me ocurrió aquel día en que me imaginé solo en la playa…la presencia del Espíritu alivió la pesada carga de sentirme de esa manera.

Es importante pensar que cualquiera de nosotros puede sentirse en la misma situación, sea pobre o sea rico, sea joven o sea mayor.

La ausencia de una auténtica vida interior siempre deja espacios que son muy difíciles de llenar, como no sea la ayuda bienhechora del CONSOLADOR!

Cada día debemos estrechar nuestra relación con el Espíritu, para que en los momentos en que podamos ser atacados por el enemigo, siempre tengamos donde apoyarnos.

Con la certeza que será la mejor ayuda contra la obra de maldad, de quién busca destruir nuestra fe.

Job 33:4

Diego Acosta / Neide Ferreira

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