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Seis personas, cuatro civiles y dos militares, fueron asesinados por militantes del estado islámico en Israel. En diferentes lugares y distintas circunstancias, estas muertes provocaron gran alarma y se considera que pueda aumentar el peligro de una escalada de violencia.

Ante la gravedad de los dos ataques terroristas registrados en una semana, se ha decretado el estado de máxima alerta en todo el país.

La proximidad de la Semana Santa y también del Ramadán, que coincidirán en el tiempo, provocaron que se realicen gestiones para evitar que se produzcan nuevos hechos como los ocurridos.

Las celebraciones por las muertes de los judíos en Gaza y también las palabras del gobierno palestino, en el mismo sentido, han provocado profundo malestar en la opinión pública hebrea.

Los próximos días estarán marcados por la tensión, que no ha hecho más que agravarse al haberse constatado las actitudes de júbilo en Gaza y en el gobierno palestino, por la muerte de los israelíes.

Diego Acosta