QUIÉN ERA JEZABEL

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Fue esposa del rey Acab y simboliza el espíritu de la manipulación, la perfidia y también de la idolatría. Su nombre es de origen babilónico y puede traducirse de su interpretación al hebreo como ”no exaltada”.

En el Libro del Apocalipsis su nombre aparece en el mensaje del Hijo de Dios a la cuarta iglesia, la de Tiatira, 2:20  Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. 

Las palabras del que tiene ojos como llama de fuego y pies semejante al bronce, describen la obra de esta mujer nacida en la ciudad libanesa de Sidón.

Hija del rey sidonio Et Baal y se casó con el rey Acab que gobernó Israel al suceder a su padre Omri, entre los años 874 y 853 a.C.

Jezabel ejerció una gran influencia sobre su esposo induciéndolo e induciendo a sus súbitos a la adoración del dios Baal y Astoret. Antes de casarse era sacerdotisa de la diosa Astoret.

Esta diosa era fenicia y también la adoraron los cananeos y representaba la fertilidad y también el amor sexual. Lo que influyó en su carácter y también en su forma de obrar.

A la muerte de su esposo Acab, siguió gobernando durante diez años, hasta que fue lanzada desde una ventana a la calle donde fue comida por los perros.

Se enfrentó a los profetas Abdías y Elías y su accionar quedó registrado en el episodio de la viña de Nabot, en 1 de Reyes 21:1-16. Allí quedó reflejada su perfidia y maldad.

Diego Acosta

 

 

QUIÉN ERA ELÍAS…?

ESCUDRIÑAR

El hombre que fue: Una voz que clama en el desierto… es uno de los grandes profetas de Dios y habló en los difíciles tiempos del rey Acab, que influenciado por la reina Jezabel llevó a Israel a adorar a Baal.

Alrededor del año 870 a.C. Elías, que fue antecesor de Juan el Bautista, llevó un dramático mensaje según consta en 1 de Reyes 17:1:  Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.

Al cumplirse la profecía vino una gran hambruna y Jehová mandó a Elías a esconderse y lo alimentó milagrosamente junto al arroyo Cherith. Luego lo envió a Sarepta que era de la región de Sidón, desde donde se establecía la adoración a Baal.

En casa de la viuda donde vivió la harina y el aceite se multiplicaron y Jehová mandó a su profeta a presentarse ante Acab, quién lo llamó el alborotador de Israel, acusación negada y atribuyendo al propio rey la responsabilidad de lo ocurrido.

Elías enfrentó a 450 falsos profetas, quienes en un altar clamaron a Baal para que el fuego consumiera el animal del sacrificio. Como no ocurrió finalmente el profeta clamó a Jehová y el fuego descendió y quemó hasta las piedras.

Allí quedó demostrado a Israel quién era el verdadero Dios. Derrotados los falsos profetas fueron ejecutados por orden de Elías, quién luego clamó por la lluvia que terminó con la gran sequía.

Elías es uno de los dos testigos mencionados en el Apocalipsis y sus mensajes para que los hombres abandonemos la idolatría y honremos al Único Dios Verdadero, siguen tan vigente como en el pasado.

COMO EUNUCOS…!

Los eunucos fueron los únicos que no resultaron afectados por los encantos de Jezabel, elegida por Acab rey de Judá como su esposa, en un rotundo desafío a Jehová.

Jezabel hija del rey de los sidonios, fue la gran seductora que se menciona en el Libro de los Reyes, llevando al propio Acab a abandonar al Eterno y rendir obediencia a Baal.

También en el Libro de Apocalipsis es mencionada Jezabel, como la falsa profetisa que enseña y seduce para lograr que los siervos del Señor, forniquen y coman cosas sacrificadas a los ídolos.

Podemos decir que existe un espíritu de Jezabel?

En sentido figurado, rotundamente sí!

Ella representa el peor de los engaños, que no es otro que el que llega por la seducción y atracción de una mujer, que apela a los más bajos instintos para someter a quien caen bajo sus encantos.

Obviamente los eunucos podían librarse de esa seducción por causa de su condición. Y es por eso que deberíamos convertirnos en eunucos espirituales, para no ser seducidos por los encantos de nadie.

E incluimos en esa seducción a quienes a lo largo de los tiempos encarnaron y siguen encarnando, el espíritu de Jezabel, que somete a la carnalidad aún a reyes como a siervos.

No en vano el propio Jesús proclamó que la primera señal del fin de los tiempos, era el espíritu de engaño, el que representan los falsos profetas, como le fue revelado a Juan en el Apocalipsis.

El riesgo de ser seducidos es tan serio, que estamos sujetos a ser cautivados cada día, a cada momento en el que nos olvidamos que somos los hijos de Dios.

Hombres y mujeres pueden ser engañados y llevados a cometer actos que ofenden la Majestad del Altísimo y nos hacen olvidar el triste y dramático final que padecieron los protagonistas de la historia del Libro de los Reyes.

El Rey Acab y su esposa Jezabel, fueron comidos por los perros y no tuvieron la dignidad de la sepultura, porque ellos mismos se convirtieron en indignos al caer en la peor de las idolatrías, desafiando a Dios.

Aprendamos esta lección y tratemos de ser eunucos espirituales, para no caer bajo el dominio de ninguna forma de seducción.

Diego Acosta

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A BÍBLIA – Juízes 6:11-40

Gideão recebe do Senhor a orden de liberar Israel sob a sua Autoridade.

11 Então, o Anjo do Senhor veio e assentou-se debaixo do carvalho que está em Ofra, que pertencia a Joás, abiezrita; e Gideão, seu filho, estava malhando o trigo no lagar, para o salvar dos midianitas.

12 Então, o Anjo do Senhor lhe apareceu e lhe disse: O Senhor é contigo, varão valoroso.

13 Mas Gideão lhe respondeu: Ai, senhor meu, se o Senhor é conosco, por que tudo isto nos sobreveio? E que é feito de todas as suas maravilhas que nossos pais nos contaram, dizendo: Não nos fez o Senhor subir do Egito? Porém, agora, o Senhor nos desamparou e nos deu na mão dos midianitas.

14 Então, o Senhor olhou para ele e disse: Vai nesta tua força e livrarás a Israel da mão dos midianitas; porventura, não te enviei eu?

15 E ele lhe disse: Ai, Senhor meu, com que livrarei a Israel? Eis que a minha família é a mais pobre em Manassés, e eu, o menor na casa de meu pai.

16 E o Senhor lhe disse: Porquanto eu hei de ser contigo, tu ferirás os midianitas como se fossem um só homem.

17 E ele lhe disse: Se agora tenho achado graça aos teus olhos, dá-me um sinal de que és o que comigo falas.

18 Rogo-te que daqui te não apartes, até que eu venha a ti, e traga o meu presente, e o ponha perante ti. E disse: Eu esperarei até que voltes.

19 E entrou Gideão e preparou um cabrito e bolos asmos de um efa de farinha; a carne pôs num açafate e o caldo pôs numa panela; e trouxe-lho até debaixo do carvalho e lho apresentou.

20 Porém o Anjo de Deus lhe disse: Toma a carne e os bolos asmos, e põe-nos sobre esta penha, e verte o caldo. E assim o fez.

21 E o Anjo do Senhor tendeu a ponta do cajado que estava na sua mão e tocou a carne e os bolos asmos; então, subiu fogo da penha e consumiu a carne e os bolos asmos; e o Anjo do Senhor desapareceu de seus olhos.

22 Então, viu Gideão que era o Anjo do Senhor; e disse Gideão: Ah! Senhor Jeová, que eu vi o Anjo do Senhor face a face.

23 Porém o Senhor lhe disse: Paz seja contigo; não temas, não morrerás.

24 Então, Gideão edificou ali um altar ao Senhor e lhe chamou Senhor É Paz; e ainda até ao dia de hoje está em Ofra dos abiezritas.

25 E aconteceu, naquela mesma noite, que o Senhor lhe disse: Toma o boi de teu pai, a saber, o segundo boi de sete anos, e derriba o altar de Baal, que é de teu pai, e corta o bosque que está ao pé dele.

26 E edifica ao Senhor, teu Deus, um altar no cume deste lugar forte, num lugar conveniente; e toma o segundo boi e o oferecerás em holocausto com a lenha que cortares do bosque.

27 Então, Gideão tomou dez homens dentre os seus servos e fez como o Senhor lhe dissera; e sucedeu que, temendo ele a casa de seu pai e os homens daquela cidade, não o fez de dia, mas fê-lo de noite.

28 Levantando-se, pois, os homens daquela cidade de madrugada, eis que estava o altar de Baal derribado, e o bosque, que estava ao pé dele, cortado; e o segundo boi foi oferecido no altar de novo edificado.

29 E uns aos outros disseram: Quem fez esta coisa? E, esquadrinhando e inquirindo, disseram: Gideão, o filho de Joás, fez esta coisa.

30 Então, os homens daquela cidade disseram a Joás: Tira para fora o teu filho para que morra, pois derribou o altar de Baal e cortou o bosque que estava ao pé dele.

31 Porém Joás disse a todos os que se puseram contra ele: Contendereis vós por Baal? Livrá-lo-eis vós? Qualquer que por ele contender ainda esta manhã será morto; se é deus, por si mesmo contenda; pois derribaram o seu altar.

32 Pelo que, naquele dia, lhe chamaram Jerubaal, dizendo: Baal contenda contra ele, pois derribou o seu altar.

33 E todos os midianitas, e amalequitas, e os filhos do Oriente se ajuntaram num corpo, e passaram, e puseram o seu campo no vale de Jezreel.

34 Então, o Espírito do Senhor revestiu a Gideão, o qual tocou a buzina, e os abiezritas se ajuntaram após ele.

35 E enviou mensageiros por toda a tribo de Manassés, que também se convocou após ele; também enviou mensageiros a Aser, e a Zebulom, e a Naftali, e saíram-lhe ao encontro.

36 E disse Gideão a Deus: Se hás de livrar Israel por minha mão, como tens dito,

37 eis que eu porei um velo de lã na eira; se o orvalho estiver somente no velo, e secura sobre toda a terra, então, conhecerei que hás de livrar Israel por minha mão, como tens dito.

38 E assim sucedeu; porque, ao outro dia, se levantou de madrugada, e apertou o velo, e do orvalho do velo espremeu uma taça cheia de água.

39 E disse Gideão a Deus: Não se acenda contra mim a tua ira, se ainda falar só esta vez; rogo-te que só esta vez faça a prova com o velo; rogo-te que só no velo haja secura, e em toda a terra haja o orvalho.

40 E Deus assim o fez naquela noite, pois só no velo havia secura, e sobre toda a terra havia orvalho.

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LA BIBLIA – Jueces 6:11-40

Gedeón recibe de Jehová el mandato de liberar a Israel bajo su Autoridad.

11 Y vino el ángel de Jehová, y se sentó debajo de la encina que está en Ofra, la cual era de Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo de los madianitas.

12 Y el ángel de Jehová se le apareció, y le dijo: Jehová está contigo, varón esforzado y valiente.

13 Y Gedeón le respondió: Ah, señor mío, si Jehová está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado, diciendo: ¿No nos sacó Jehová de Egipto? Y ahora Jehová nos ha desamparado, y nos ha entregado en mano de los madianitas.

14 Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?

15 Entonces le respondió: Ah, señor mío, ¿con qué salvaré yo a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.

16 Jehová le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás a los madianitas como a un solo hombre.

17 Y él respondió: Yo te ruego que si he hallado gracia delante de ti, me des señal de que tú has hablado conmigo.

18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que vuelva a ti, y saque mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Yo esperaré hasta que vuelvas.

19 Y entrando Gedeón, preparó un cabrito, y panes sin levadura de un efa de harina; y puso la carne en un canastillo, y el caldo en una olla, y sacándolo se lo presentó debajo de aquella encina.

20 Entonces el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y los panes sin levadura, y ponlos sobre esta peña, y vierte el caldo. Y él lo hizo así.

21 Y extendiendo el ángel de Jehová el báculo que tenía en su mano, tocó con la punta la carne y los panes sin levadura; y subió fuego de la peña, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el ángel de Jehová desapareció de su vista.

22 Viendo entonces Gedeón que era el ángel de Jehová, dijo: Ah, Señor Jehová, que he visto al ángel de Jehová cara a cara.

23 Pero Jehová le dijo: Paz a ti; no tengas temor, no morirás.

24 Y edificó allí Gedeón altar a Jehová, y lo llamó Jehová-salom; el cual permanece hasta hoy en Ofra de los abiezeritas.

25 Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él;

26 y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.

27 Entonces Gedeón tomó diez hombres de sus siervos, e hizo como Jehová le dijo. Mas temiendo hacerlo de día, por la familia de su padre y por los hombres de la ciudad, lo hizo de noche.

28 Por la mañana, cuando los de la ciudad se levantaron, he aquí que el altar de Baal estaba derribado, y cortada la imagen de Asera que estaba junto a él, y el segundo toro había sido ofrecido en holocausto sobre el altar edificado.

29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y buscando e inquiriendo, les dijeron: Gedeón hijo de Joás lo ha hecho. Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás:

30 Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal y ha cortado la imagen de Asera que estaba junto a él.

31 Y Joás respondió a todos los que estaban junto a él: ¿Contenderéis vosotros por Baal? ¿Defenderéis su causa? Cualquiera que contienda por él, que muera esta mañana. Si es un dios, contienda por sí mismo con el que derribó su altar.

32 Aquel día Gedeón fue llamado Jerobaal, esto es: Contienda Baal contra él, por cuanto derribó su altar.

33 Pero todos los madianitas y amalecitas y los del oriente se juntaron a una, y pasando acamparon en el valle de Jezreel.

34 Entonces el Espíritu de Jehová vino sobre Gedeón, y cuando éste tocó el cuerno, los abiezeritas se reunieron con él.

35 Y envió mensajeros por todo Manasés, y ellos también se juntaron con él; asimismo envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, los cuales salieron a encontrarles.

36 Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,

37 he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que salvarás a Israel por mi mano, como lo has dicho.

38 Y aconteció así, pues cuando se levantó de mañana, exprimió el vellón y sacó de él el rocío, un tazón lleno de agua.

39 Mas Gedeón dijo a Dios: No se encienda tu ira contra mí, si aún hablare esta vez; solamente probaré ahora otra vez con el vellón. Te ruego que solamente el vellón quede seco, y el rocío sobre la tierra.

40 Y aquella noche lo hizo Dios así; sólo el vellón quedó seco, y en toda la tierra hubo rocío.

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