NO ENTENDER…
Cuando no entiendo algo que ocurre, tengo la sensación de ser un poco ignorante, un poco torpe en mis pensamientos.
Principalmente cuando no entiendo algunas cosas de Dios!
Por qué ocurre esto?
Es una cuestión personal?
Esta situación de ninguna manera es algo que me afecta solamente a mí, puesto que he escuchado y he leído comentarios en la misma dirección.
Sabiendo esto es bueno interrogarse sobre los fundamentos de nuestra fe y los principios que la sustentan.
No resulta un poco osado pretender abarcar a Dios?
No resulta algo alejado de nuestras posibilidades tratar de interpretar sus decisiones?
Tal vez la respuesta afirmativa, sea el principio de llegar a una conclusión sobre la cuestión de entender lo que el Eterno hace o ha dispuesto.
Recuerdo que en una ocasión ante un hecho de dolorosa realidad de mi vida, me pregunté por qué ocurrían cosas como esas.
Y también recuerdo como lo único que recibí del Supremo fue su Consuelo!
No hubo ninguna respuesta ni nada que pudiera ser interpretado como tal. Solamente esa maravillosa e inolvidable percepción del Consuelo del Amor Superior.
Con el tiempo llegué a la conclusión que ese día en el que recibí el Consuelo, si me hubiera rebelado contra el Padre, no lo habría recibido, sencillamente porque mi corazón hubiera estado endurecido.
Creo que cuando no alcanzamos a comprender las decisiones del Todopoderoso, lo único que nos cabe hacer es mantener nuestra confianza en ÉL, recordando que aunque nos duela, ÉL está en el control de todas las cosas.
Así como agradecemos las bendiciones, seamos sabios y aceptemos lo que nos hace gemir.
Proverbios 16:20
El entendido en la palabra hallará el bien,
Y el que confía en Jehová es bienaventurado.
Diego Acosta / Neide Ferreira