LAS AMARGAS DERROTAS
DEVOCIONAL
Pocas cosas me resultan más conmovedoras que escuchar a un hombre declarar que su vida es una simple y amarga historia de derrotas.
Es muy difícil dar alguna respuesta a una declaración tan llena de sufrimiento y también de realidad. Analizando su pasado y su presente con los ojos del mundo, no había nada de exagerado en lo que había comentado.
Y con los ojos del mundo también se podría decir, que tampoco había nada de ejemplar en lo que se suponía eran años y años de luchas y de derrotas.
Sin embargo en medio de mi conmoción, recordé mi propia vida. Tal vez hubiera tenido en el pasado, muchos puntos en común con lo de aquel hombre.
Pero le comenté como mi existencia había cambiado por causa de creer en Jesús. Así de simple, como es la Verdad, cuando sintetiza todo lo bueno que dio a mi vida el Hijo del Hombre.
Salmo 18:35
ES – Me diste asimismo el escudo de tu salvación;
Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido.
PT – Também me deste o escudo da tua salvação;
a tua mão direita me susteve,
e a tua mansidão me engrandeceu.
Diego Acosta / Neide Ferreira