SUFRIR

Cuando Job se lamentaba de su sufrimiento recibió las palabras de uno de sus compañeros convertidos en consejeros. Eliú hizo reflexiones relacionadas con el dolor.

La aflicción enviada por el Eterno debemos entenderla que proviene del Justo y Misericordioso, que nos convence de nuestros pecdolorados y nos enseña a que nos apartemos de las malas prácticas.

Eliú le indica a Job que es Dios quién galardona la obediencia o quién castiga la rebelión. Pero el consejero introduce un elemento nuevo en su mensaje al hombre sufriente.

Eliú afirma que El Soberano utiliza el dolor no solamente para disciplinar y llamar al arrepentimiento. Dios utiliza el sufrimiento para abrir el oído de los hombres y atraerlos hacia Él.

Por eso le dice a Job que si persiste en su actitud de queja se está dirigiendo hacia la iniquidad en lugar de acercarse a Dios. Es importante reflexionar acerca de la naturaleza del dolor y como lo utiliza el Señor.

Debemos comprender que si en la hora del sufrimiento nos apartamos del Creador, no solamente estamos cayendo en iniquidad, sino que además nos estamos perdiendo el único Consuelo valedero.

La historia de Job nos muestra como el Eterno nos lleva a las pruebas y también nos muestra como con su infinito Amor nos revela nuestra ignorancia, nos lleva al arrepentimiento y finalmente nos justifica, como nadie lo puede hacer.

Job 36:21-22
Diego Acosta García

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VELAR

Todas las generaciones podrán decir que en su tiempo ocurrieron cosas extraordinarias, pero tal vez ninguna como la nuestra lo podrá decir lo mismo con más fundamento.

Pareciera que el anuncio de Jesús a los discípulos sobre las señales del fin del tiempo, comienzan a tomar forma de una manera más concreta.velar

Si creemos que esto es así, la cuestión no es desesperarse o contentarse, sino: Velar. Que es velar? Estar más que atentos.En la Palabra de Dios se nos exhorta a hacerlo de una manera constante.

Por qué debemos velar más que nunca en estos tiempos? Porque debemos prepararnos para afrontar los acontecimientos que anunció Jesús y no podemos permanecer como si nada ocurriera.

El velar en este caso está más relacionado con nuestra relación con Dios que con los propios acontecimientos. Sencillamente porque no tenemos ninguna capacidad para influirlos.

Pero sí tenemos que prepararnos para saldar las cuentas personales con el Señor en el Día del Juicio. En eso consiste velar, en prepararnos para afrontar las preguntas que solamente nosotros podremos responder.

El llamado a velar debe encontrarnos firmes y conscientes de quiénes somos y cuál es el propósito para el que estamos llamados. Firmes en nuestras convicciones y en nuestra voluntad de llevar el Evangelio.
Guardemos vigilantes nuestra vida personal en santidad y ayudemos a quienes puedan precisar de nuestro amor y misericordia. Velar no es una actitud pasiva sino todo lo contrario: Debe acercarnos al Señor.

Mateo 24:42-44
Diego Acosta García

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BENDECIR

Tal vez la mayor acción que podemos hacer los hombres es abrir nuestra boca o sentir en nuestro corazón la voluntad de bendecir… o de maldecir.

De allí la tremenda importancia que se concede a estas dos acciones en la Palabra de Dios, porque son determinantes de grandes cambios en el ámbito espiritual.

En el mundo se concede una especial importancia a la maldición, tal vez no porque se perciba su verdadero significado, sino porque existe una vaga idea de todo lo que puede provocar.

De allí que tanto bendecir como maldecir formen bende1parte de todo lo que somos y de todo lo que hacemos, porque nada permanecerá inmutable luego de que hayamos pronunciado una u otra palabra.

La maldición es una carga de una magnitud inimaginable que establecemos sobre otra persona, pero esa misma carga se vuelve hacia nosotros con el mismo peso y la misma importancia.

Por esto es que se nos advierte acerca de la bendición. Cada vez que bendigamos a alguien, el Señor sabe lo que hay en nuestro corazón y si es genuina esa bendición nos bendice.

Tal vez así se pueda explicar lo difícil que es amar a un enemigo, a alguien que nos hace daño, a alguien con quién rivalizamos. Cuando bendecimos establecemos algo tan grande sobre la otra persona, que nos alcanza a nosotros.

Proverbios 3:33
Diego Acosta García

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JERICÓ

Cuando Jehová entregó Jericó a los israelitas, su líder Josué les advirtió que no debían tocar nada de la ciudad porque sería anatema para Israel y la perturbaría.

Una advertencia que sigue vigente porque muchas veces tenemos grandes victorias que el Señor nos concede, pero no somos capaces de advertir que detrás de ellas siempre hay anatemas.

Por definición un anatema es una maldición, una condena, algo reprobable. Y somos advertidos que no permitamos que nada de la victoria que nos fue entregada, debemos tocar.jerico2

Y por qué se nos advierten de estas cosas? Porque seguramente si quisiéramos apropiarnos de algo relacionado con la victoria sobre las murallas, las consecuencias serían tremendas.

Una de ellas sería la contaminación espiritual que representa el pretender tomar posesión de algo que perteneció a un enemigo de Jehová, porque si hubo victoria hubo un enemigo derrotado.

Esto nos debe enseñar que las grandes victorias siempre son del Eterno, porque si fueran por nuestros méritos estaríamos expuestos a los poderes de los derrotados.

Hagamos como hicieron los israelitas que fueron fieles al mandato que transmitió Josué para no tocar nada que pueda contaminarnos por atractivo y seductor que nos pueda resultar.
Seguramente habrá una simbólica Jericó en nuestra vida, que el Eterno entregará en nuestras manos cuando perseveremos y confiemos que cuando el tiempo se cumpla todo ocurrirá.

Josué 6:16
Diego Acosta García

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TROPIEZO

Los refranes populares sintetizan algunas ideas que en el mundo se dan como válidas. Una de ellos es el que afirma que: Hay personas que ni viven ni dejan vivir.

Potencialmente esto es cierto, porpiedra1que efectivamente existen quienes con sus actitudes se van negando posibilidades y a la vez se las niegan a quienes están a su alrededor.

Pero esto es válido entre los creyentes? Creemos que la respuesta es afirmativa, entendiendo que por eso la Palabra de Dios nos advierte acerca de los que son piedra de tropiezo.

La cuestión es más seria que detenerse en un refrán popular que tiene también los elementos para ser un juego de palabras. En las congregaciones suele haber personas que tienen este tipo de actitudes.

Son quienes buscan hacerse cargo de todo y se ofuscan por conseguirlo, pero luego que lo han obtenido se transforman en un sistemático impedimento para ellos mismos y para los demás.

La cuestión es: Por qué ocurren estas cosas? Pensamos que en el fondo se trata de un problema de no tener claro cuál es el propósito por el que vivimos. Ni en el mundo ni como creyente.

Ser piedra de tropiezo es muy grave por sus consecuencias y también porque obra negativamente sobre las personas que se encuentran en esa situación. Seamos capaces de ayudar con amor a quienes viven de esta manera.

Proverbios 21:8-10
Diego Acosta García

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SUPERFLUO

Cada uno de nosotros seguramente habrá comprobado que estamos llevando sobre nuestras espaldas una carga que resulta a veces muy pesada y otras más soportables.

Siempre hablamos de la carga pero nunca nos referimos a lo que forma parte de ese peso que a veces nos agobia, nos abruma y hasta nos hace dudar de lo que estamos haciendo.resistencia

Podemos tener la seguridad que cuando estamos cumpliendo los propósitos del Señor para nuestras vidas, esas cargas son soportables porque nunca podremos llevar más de lo que podamos soportar.

Entonces por qué otras veces llevamos tanta carga? Si abrimos esa bolsa imaginaria podremos ver todo el peso que debemos soportar y como está conformado.

Tal vez podamos ver que estamos buscando muchas más cosas de las que nos son necesarias para vivir. Es decir, estamos buscando cosas que nos son superfluas pero muy atractivas.

A eso le deberíamos sumar nuestros afanes por ser los mejores en el trabajo, en nuestra actividad, en la familia, en la congregación, buscando una notoriedad que evidentemente dejará tranquila a nuestra vanidad.

Debemos concluir que todo lo que nos pesa es aquello que forma parte de lo superfluo. Afanes y cosas que terminan siendo una carga demasiado grande. Seamos sabios: Vivamos con lo que necesitamos sirviendo al Señor!

Salmos 38:4
Diego Acosta García

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CONSEJOS

Un viejo maestro decía que nunca hay que confundir los atajos con el camino. Esta afirmación siempre provocaba muchas dudas y algunas veces desconcierto.

Qué son los atajos? Los atajos generalmente son las soluciones que buscamos para nuestras situaciones personales, que son una compleja mezcla de lo que dice la Palabra de Dios y nuestras intenciones.

Cada uno de nosotros se puede buscar el atajo que más le convenga a sus propósitos, pero siempre será un atajo porque los argumentos se basan en usarlesson textos de manera equivocada.

El maestro decía que así fue como se inventó que los creyentes debemos vivir bien, sin problemas y además ricos. Usando y tergiversando versículos que en un contexto más amplio de ninguna manera llevan a esa conclusión.

Por eso este hermano cargado de años y de sabiduría advertía a los más jóvenes acerca de los riesgos que corremos con los atajos y los inducía a leer los textos del rey Salomón.

Es curioso que se hable mucho de los atajos y prácticamente nada del camino. En realidad la explicación es elementalmente sencilla: Atajos hay muchos y muy atractivos pero frustrantes y peligrosos.

Camino uno solo. El verdadero Camino es estrecho, difícil de transitar y está lleno de dificultades. Pero debemos recordar que El Señor es el Camino y solamente Él nos puede llevar hasta el Glorioso Final prometido.

Juan 14:6-7
Diego Acosta García

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ALBEDRÍO

Los hombres tenemos el derecho concedido por el Eterno a tomar nuestras propias decisiones, a resolver aquello que nos parezca más conveniente y a eso lo llamamos libre albedrío.dcidir

Este derecho nos puede llevar a vivir de una determinada manera que pero estará signada por nuestras reflexiones y también por nuestros caprichos.

Si viviéramos reflexionando con discernimiento tal vez podríamos acercarnos a vivir como seres racionales y en esa condición ser capaces de tener buenas actitudes.

Pero con el libre albedrío también podríamos vivir según los dictados de nuestros caprichos, de nuestros arrebatos, de nuestras emociones  y también del ejercicio despótico de lo que podamos resolver.

Estas alternativas se oponen por principio pero están a disposición de quienes resuelvan vivir según sus criterios y no sujetarse a norma alguna.

Para los creyentes en cambio sigue vigente el libre albedrío, pero si decidimos apartarnos del Señor, nos apartaremos también de sus Promesas cumplidas.

La vanidad del hombre es la que lo aísla de reflexionar con discernimiento acerca de las cuestiones profundas. Y la vanidad nos hace vivir según nuestro alto concepto de nosotros mismos.

Usemos del libre albedrío para tomar la decisión más importante de nuestra vida y también para mantenerla a pesar de todas las circunstancias. Seguir al Señor no solo es la mejor decisión, es la Única decisión que nos lleva a la Salvación.

2 Samuel 22:22
Diego Acosta García

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SOLEDAD

La soledad puede ser el gran drama de nuestro tiempo, en lo que pareciera ser una mayúscula contradicción con relación al fenómeno de comunicación que llamamos sociedad global.

A mayores posibilidades de estar comunicados, mayor es la posibilidad de encontrarnos solo1solos, acentuando una situación que no terminar de asombrar a quienes la estudian.

La soledad puede asumir dramáticas consecuencias cuando no se la puede superar y entonces se buscan soluciones equivocadas, como la compañía de cualquier tipo de drogas.

No es la única solución, pero sí la más cercana, la más accesible. Mientras tanto la sociedad continúa imperturbable e inmutable ante las necesidades personales.

Se asegura que el que no sea capaz de sobrevivir a las duras condiciones que se nos imponen, es porque no es un luchador, un emprendedor, un ganador para decirlo en términos más concretos.

Pero nos olvidamos que la soledad es un drama profundamente humano y es con los hombres y con las mujeres que la padecen, con quienes debemos ser más solidarios.

Y también puede estar solo un creyente en medio de su congregación, por lo que no estamos exentos de vivir esta tremenda realidad. Pero estamos obligados a asumir nuestra parte.

El mandamiento de amar al prójimo establecido por Jesús, nos obliga a no ser indiferentes y observar cuanta soledad hay a nuestro alrededor. La soledad es otra enemiga de nuestra fe, porque aleja a los hombres del Señor.

Isaías 35:1-3
Diego Acosta García

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AVARICIA

Hemos leído la historia real de una persona que siendo uno de los hombres más ricos del mundo, buscó aumentar la fantástica cantidad de dinero que tenía para convertirse en el número uno y en poco tiempo lo perdió todo.

Es evidente que no corresponde juzgar los hechos. Pero sí los podemos tomar como referencia sobre las cuestiones relacionadas con el dinero y de las que nos enseña la Palabra de Dios.

Cuando le concedemos el primer lugar en nuestra vida al dios mammonmoney pueden ocurrir historias como estas. Historias donde resulta inaudito hasta dónde nos puede llevar la avaricia.

No es el caso de que haya  cometido acciones contra otras personas como ha ocurrido en otras ocasiones, simplemente ha sido él y lo que tenía en su corazón.

Por lo tanto tengamos bien presente la enseñanza bíblica. El dinero tiene el valor que le demos y nos puede resultar útil para cubrir nuestras necesidades.

Cuando permitimos que el supuesto poder que otorga nos controle, verdaderamente lo estamos convirtiendo en nuestro soberano y como todos los dioses son implacables en cobrarnos lo poco que nos dan.

Reflexionemos sobre esto y no juzguemos. El dinero lleva cautivos a los que confían en él. La única libertad posible es la que nos concede el Señor con la Verdad.

Eclesiastés 5:10
Diego Acosta García

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