EL PRIMER LUGAR

Qué lugar ocupa el Señor en nuestra vida? Esta es la clásica pregunta que desearíamos no tener que contestar porque nos coloca en una difícil situación.

Resultaría muy fácil decir rápidamente que ocupa el lugar más importante. Pero eso es verdad? Eso es lo que realmente ocurre en nuestra vida espiritual?

Es importante que confrontemos nuestro día a día para que podamos apreciar cómo está nuestra relación con Dios, como está la relación que se basa en nuestras oraciones.

No se trata de que levantemos el dedo acusador que tanto usamos, dirigido esta vez contra nosotros mismos, se trata de asumir que es lo que está bien y que es lo que está mal.

No cabe ninguna duda que en los tiempos de incertidumbre que vivimos es difícil permanecer centrados en la relación con el Señor, es difícil pero es lo único importante.

Fueron precisamente en los tiempos difíciles cuando todos los grandes hombres y mujeres de la Biblia, consolidaron su relación con el Dios de sus mayores, porque solamente Él puede ser nuestra ayuda real y verdadera.

Seamos sabios y oremos para recibir la Sabiduría que viene de lo Alto, para que el Espíritu nos revele como recuperar nuestra relación con el Eterno, para que pueda ocupar el lugar más importante de nuestra vida.

Efesios 1:3
Diego Acosta García

HABLAR MENOS

La Palabra de Dios con su infinita sabiduría nos recuerda de forma constante que debemos ser prudentes, que no debemos ser insensatos y que en lugar de hablar, debemos aprender a escuchar.

Solamente así seremos capaces de saber lo que Dios tiene para decirnos, porque no estaremos aturdidos con el ruido de las palabras, las propias y las ajenas.

Estos conceptos resultan de valor consustancial consustancial con los tiempos en los que vivimos, en los que se habla mucho, muchísimo, sin decir prácticamente nada.

Podríamos afirmar que hablamos solo por el placer de hablar, por el placer de escucharnos y sentirnos importantes por lo que estamos diciendo, aunque no tenga ningún valor.

Este comportamiento lo deberíamos llamar palabrerío, a lo que debemos agregar cuando por hablar nos ocupamos de lo que hace nuestro prójimo en cuyo caso el adjetivo cambia y se transforma en puro cotilleo.

La Biblia nos enseña reiteradamente que solo hablan quienes tienen algo importante para decir y los demás escuchan, porque en eso consiste la edificación personal.

En estos tiempos que corren, hablemos menos, muchísimo menos, para no estar aturdidos en el momento en el que Dios nos hable y nos revele por su misericordia lo que tiene para nosotros.

Job 33:31
Diego Acosta García

EL PROCESO

Se afirma con acierto que la vida cristiana es un auténtico proceso en el que los tiempos se van dando de una manera ordenada y con una secuencia inmodificable.

Por eso cuando en algunas ocasiones pretendemos cambiar el ritmo de ese proceso nos encontramos con situaciones inesperadas, que nos hacen reaccionar equivocadamente.

Lo suyo es que debemos aprender tema por tema en base a la experiencia que vamos teniendo en nuestra vida de creyentes, sin pretender romper la forma de enseñanza que Dios ha establecido.

Nos podemos preguntar si es posible que Dios haya establecido un proceso de enseñanza? Y nos preguntamos bien, porque taxativamente no ha sido expuesto, pero si a través de la forma de desarrollar el proceso.

Si hablamos de paciencia, por poner un ejemplo de aquello que tanto nos cuesta practicar, es necesario comprender que difícilmente sabremos más si la entendemos intelectualmente.

Es evidente que se trata de un ejercicio en el que día tras día vamos aprendiendo un poco más y comprendiendo que es inútil acelerar en la dirección que estimamos conveniente.

El proceso de crecimiento dado por Dios a los hombres se asemeja mucho al de la vida natural, nacemos criaturas y progresivamente crecemos con los años. Aprendamos a entender el proceso de Dios!

Salmos 92:12

Diego Acosta García

UNA FRASE SINGULAR

Muchas veces nos sorprenden las frases que con pocas palabras sintetizan una idea, que nos hace reflexionar acerca de cuestiones importantes relacionadas con la vida de las personas.

Es evidente que muchas de esas frases son contrarias a nuestras creencias, pero hay otras que aún cuando están originadas en temas mundanos tienen repercusión en la vida espiritual.

Cuál es la frase que mencionamos? “Advertencia: La lectura afecta seriamente tu ignorancia”. Su relación con el mundo es más que notoria, pero también deberíamos reflexionar sobre su sentido.

La idea de leer es más que buena, porque nos impulsa a ampliar nuestros horizontes de conocimientos y también de pensamientos que fueron escritos por hombres y mujeres de talento.

Si enfocamos la frase desde la perspectiva espiritual, los resultados son los mismos y nos inducen a pensar que importante es la lectura como parte de nuestras actividades diarias como creyentes.

Acercarnos sistemáticamente a la Palabra nos hará crecer como creyentes y también nos hará ser  idóneos discípulos para enseñar a quienes comienzan su vida espiritual.

La lectura en la dirección correcta siempre será buena y lo será más todavía si nos centramos en la Biblia, que es la mayor referencia que podamos tener los que nos consideramos hijos de Dios.

Deuteronomio 17:19
Diego Acosta García

LOS CONTRASTES

Cuando observamos las vidas de algunas personas nos sorprendemos de los resultados que logran en sus actividades y sobre todo, cuando advertimos que lo que hacen lo hacen al margen de las normas.

Esto casi siempre es lo que más nos llama la atención, porque pareciera que hay quienes tienen la capacidad para lograr concretar sus aspiraciones sin importarles mucho los medios que emplean.

Esta es la cuestión: Cómo es posible que algunas personas triunfen, si viven en el límite de la legalidad o incluso la traspasan sin que les ocurra absolutamente nada?

Como evidencia es sumamente concreta y puede que nos impacten sus resultados, pero debemos reaccionar y tratar de encontrar el punto de equilibrio sobre la cuestión.

Es verdad que pareciera que hay personas que son inmunes a los fracasos y también parecen inalcanzables para las leyes que rigen en la sociedad y que supuestamente nos hacen iguales.

Pero no es menos verdadero que no podemos ni debemos tomar como referencia de nuestro comportamiento, esas actitudes que tanto nos impactan.

Lo real es que un día finalmente todos seremos iguales ante la Justicia del Eterno y entonces advertiremos la diferencia de vivir según sus normas y el castigo que tendrán quienes las violaron. Nadie escapará de la Justicia de Dios.

Deuteronomio 6:25
Diego Acosta García

EL PEQUEÑO TESORO

Un domingo por la tarde la hija menor de una familia le comentó a su madre que cuando estaba en la escuela dominical había encontrado un tesoro.

La madre sonrió y esperó que la niña continuara con la historia. Dijo que cuando la maestra les estaba explicando la Biblia, escuchó un versículo que comprendió inmediatamente.

Y que ese versículo la había causado una gran impresión, por lo que entendió que era un pequeño tesoro que Jesús había puesto en su vida para que la acompañara.

La madre la abrazó emocionada porque sabía que la historia tenía un profundo contenido espiritual y también porque comprendía que su hija a pesar de su edad estaba creciendo en los caminos del Señor.

Esta pequeña historia nos debería hacer reflexionar acerca de la necesidad de ayudar y de estimular a nuestros hijos a que busquen en la Biblia sus inmensos tesoros.

Esos tesoros, que para muchos están ocultos, pero, que por la gracia se abren ante los corazones dispuestos a recibirlos con sencillez y también con agradecimiento.

La vida espiritual de los hijos es una gran responsabilidad, es un mandato indeclinable que recibimos cuando el Señor nos concedió el maravilloso presente de ser padres.

Filipenses 4:7
Diego Acosta García

YO TRANSGRESOR…

Algunas personas de notoriedad en la vida de la sociedad suelen destacar su condición de transgresores, poniendo de manifiesto su capacidad para decidir.

Resultan tan atractivas estas manifestaciones, que suelen causar un gran impacto en quienes viven esperando que sucedan cosas extraordinarias en su vida.

Es decir si otros pueden transgredir, por qué yo no puedo ser también un transgresor? Esta duda genera inquietud, incertidumbre y también una cierta ruptura con el pasado personal.

En este proceso de dudas y de admiración hacia ciertas personas, nos convertimos en transgresores cuando un día decidimos que las normas no son lo suficientemente importantes como para que las respetemos.

Si llegamos a esta conclusión habremos dado un gran paso hacia lo que significa no respetar ningún límite ni tampoco aceptar que nadie nos imponga condiciones.

Lo grave es que nos olvidamos que los humanos sí estamos obligados a cumplir con las normas que Dios ha establecido para cada uno de nosotros.

Vivir como transgresor supone un acto de rebeldía en contra de lo que es lo mejor para nuestra vida y esa actitud nos puede llevar a tener graves consecuencias espirituales.

Proverbios 3:1
Diego Acosta García

NO JUZGUEMOS…

En algunas situaciones rápidamente levantamos el dedo acusador sin tratar de entender lo que ha ocurrido, ni las causas que provocaron situaciones que nos han disgustado.

Esto es completamente natural y por tanto forma parte de las actitudes de los seres humanos, lo que puede explicar que reacciones airadamente o bien que lo hagamos callados, pero siempre con un cierto rencor.

Sin embargo esto no es normal que ocurra con quienes nos llamamos hijos de Dios, porque lo cierto es que deberíamos obrar de una manera diferente y ello traerá también consecuencias distintas.

Si obramos dejándonos llevar por nuestros sentimientos o nuestras emociones, seguramente habremos satisfecho a nuestro natural, pero habremos obrado mal con relación al hombre espiritual.

Como debemos obrar? Recordando siempre que el dominio propio es un elemento esencial en nuestros comportamientos y por tanto no debemos dejarnos llevar por los impulsos.

En todo caso deberemos tener presente siempre que las actitudes del Señor son las que nos deben inspirar en cada momento y eso excluye cualquier reacción que no esté inspirada en sus enseñanzas.

No juzguemos precipitadamente nunca porque entonces nos expondremos a actitudes que no podrán ser confrontadas con la Palabra de Dios, porque habremos obrado lejos de lo espiritual. Y habremos juzgado.

Salmos 82:2

Diego Acosta García

YO SOY ASÍ

Con notable frecuencia afirmamos que somos de una determinada manera y lo hacemos con gran contundencia, dejando más que claro que es casi inmodificable lo que decimos

Con esa certeza nos comportamos y vamos afirmando tanto para los demás como para nosotros mismos, que hay una forma de ser que no podremos cambiar.

Este comportamiento nos conduce lentamente a convencernos que hay una determinada forma de ser que tenemos que inamovible y de la que tal vez nos sentimos contentos.

La cuestión es: esto es verdaderamente así? Y nosotros podemos pensar que sí, que esto resulta tal y como lo planteamos, sin pensar en ninguna variante.

Lo cierto es que si nos consideramos hijos de Dios esta forma de proceder no es la más correcta, por cuanto siempre debemos estar preparados a ser transformados.

En la dirección que nos marca el proceso que nos debería llevar a ser semejantes a nuestro Señor, al autor de nuestra fe, para que parecernos a Él sea el gran logro de nuestra existencia.

Por esta razón debemos ser muy prudentes en nuestras afirmaciones y permitir que el Señor pueda obrar en nuestra vida y dejar de ser como somos para ser como Él quiere que seamos.

Job 36:22
Diego Acosta García

POR EL ODIO…

Sorprende como la sociedad acepta con una cierta naturalidad la acción de algunos grupos que solamente actúan inspirados por el odio irracional, en contra de personas indefensas.

Lo más grave es que algunos de esos violentos también son minorías en la sociedad en la que viven, por lo que sus acciones son todavía más incomprensibles y también más censurables.

Esta clase de episodios revela cuanta enfermedad espiritual hay en la sociedad en la que nos toca vivir, por cuanto algunos humanos se comportan brutalmente contra otros humanos.

Cuál es el móvil de estas acciones? Simplemente el odio, el odio más irreflexivo y más agresivo que nos podamos imaginar, lo que también nos muestra otra cuestión importante.

Se trata de cómo debemos de servir a la sociedad para que estos hechos violentos dejen de producirse, actuando sobre las vidas de quienes se creen con derechos sobre los demás.

La acción civilizadora del Evangelio es por tanto una cuestión que nos atañe de manera directa y para ser parte debemos pedir Sabiduría de lo Alto y osadía inspirada en el Espíritu.

Cada día debemos estar más comprometidos con el propósito que nos dejó el Señor de llevar el mensaje de Salvación, aún a aquellos que nos inspiran rechazo por sus comportamientos.

Proverbios 10:12

Diego Acosta García