No cometamos el error de confudir tener corazón de niños con infantilismo. Jesús nos enseñó que debemos tener corazón de niños para entrar al Reino de los Cielos y Pablo nos advirtió que no nos comportemos como niños. Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO
Nuevamente hemos cambiado la hora y nuevamente los humanos hemos dado muestras de nuestra patética voluntad de perseverar en el error.
Desde 1974 se viene cambiando el sistema horario, dos veces al año, como si esos cambios hubieran tenido un resultado demostrable, seguimos insistiendo en repetirlos.
Lo cierto es que ni antes ni ahora hay quienes puedan esgrimir argumentos suficientes como para justificar, estos cambios que solo demuestran una cosa.
Y no es otra que el desafío de los humanos en modificar la perfección de la Creación de Dios. Los tiempos fueron establecidos por el Creador y por tanto son inalcanzables para la mente humana para intentar mejorarlos.
Si fuéramos más humildes nos evitaríamos tener que reconocer una vez que somos capaces de repetir el mismo error y que somos incapaces de asumir que nos equivocamos.