EL VALOR DEL TIEMPO

Como podríamos vivir sin tener noción del tiempo,
de los días, meses, años, del sol y la luna?
El Dios Infinito que nos ha Creado,
nos dejó con el Tiempo una prueba más
de su Infinito Amor!
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

 

 

 

 

UN HOMBRE SABIO

DEVOCIONAL

Leía y escuchaba los pensamientos de un siervo de Dios, qué en los tiempos finales de su vida, sigue transmitiendo todo aquello que recibió de lo Alto.

Resultó sorprendente comprobar como el Espíritu había dado Revelación y también un vuelo muy especial a sus palabras, por lo que resultaba doblemente agradable la importancia del mensaje.

Entonces me vino el pensamiento sobre qué actitud debemos de guardar frente a esta clase de hombres, que verdaderamente son muy pocos.

Está claro que podríamos desear, anhelar ser como ellos y a la evitar que la envidia gane nuestro corazón. Y entonces comenzar a recibir a toda la profundidad de la predicación.

Anhelar ser como esta clase de hombres es legítimo, siempre y cuando busquemos verdaderamente a Dios y estemos dispuestos a pagar el costo de intentar una vida en santidad y de servicio.

Si lo envidiamos, caeremos en la frustración. Sin embargo sí pedimos Sabiduría, podremos dar gracias por la oportunidad de escuchar a un siervo, hablando con los pensamientos del Eterno.

Proverbios 28:2 Por la rebelión de la tierra sus príncipes son muchos; Mas por el hombre entendido y sabio permanece estable.

Diego Acosta / Neide Ferreira

OTRO DESAFÍO

ANTIVIRUS

El cambio de la hora refleja desde hace siglos los intentos del mundo, por alterar lo establecido por Dios, en un tan atrevido como fracasado propósito de enmendar lo que está bien.

Desde Benjamín Franklin en 1784 hasta nuestros días, fueron numerosos los cambios de la hora que se realizaron por distintos motivos.

El Más reciente y el que más influencia ha tenido ha sido el de marzo de 1973, cuando ante la gran crisis económica planteada por la suba del petróleo, se decidió adoptar el actual modelo.

Como casi siempre ocurre se apeló más a la política que a la razón, pues la clase gobernante debía demostrar que sabía enfrentar un gran problema como el que se había planteado.

Y con el paso de los años y a pesar de que cada vez es más difícil evidenciar la eficacia de esta medida, se persiste en el desafío al Creador, porque por una notable paradoja, ahora no se encuentran los argumentos suficientes, como para enmendar el error.

Típico de los humanos, cuando desafiamos al Eterno.

Diego Acosta

 

BIG BANG: DE LA NADA?

BLOG del TIEMPO

Resulta admirable y a la vez patético como los hombres perseveran en explicar, lo que tiene una única y verdadera explicación. Si ocurrió, como ocurrió el big bang?

Un filósofo se atrevió a desarrollar una teoría para justificar que hubo en el comienzo partículas de materia que colisionaron y generaron el famoso comienzo.

Incluso plantea continuas regresiones al tiempo anterior a que ese momento se produjera. Pero los argumentos se terminan cuando se intenta explicar de donde surgió ese algo que finalmente desembocó en la explosión.

El propio documento y sus analistas, llegan a la conclusión que la física, la teoría cuántica y aún la mecánica cuántica, son in-capaces de explicar como de la nada surgieron los dos elementos que generaron el fenómeno big bang. Y tampoco son capaces de explicar el concepto de tiempo, aplicable a la teoría.

Los mismos estudiosos también se enfrentan a los que sostienen la existencia de un Arquitecto Supremo, origen de todo lo que ahora conocemos.

Volvemos a la cuestión original: Hubo un Ser Supremo…que quienes creemos y razonamos llamamos Dios. Con Él se explica todo y se desentrañan las teorías de los humanos, empeñados en negarlo.

Diego Acosta

EL SOBERANO

Quién tiene el Poder sobre todos los hombres
y sobre todas las cosas que vemos y las que no vemos,
sobre el pasado y sobre el futuro?
Solamente Dios!
Solo ÉL nos puede dar Amor y Consuelo.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN
SÉPTIMO MILENIO

Otro cambio con error

ANTIVIRUS

Nuevamente hemos cambiado la hora y nuevamente los humanos hemos dado muestras de nuestra patética voluntad de perseverar en el error.

Desde 1974 se viene cambiando el sistema horario, dos veces al año, como si esos cambios hubieran tenido un resultado demostrable, seguimos insistiendo en repetirlos.

Lo cierto es que ni antes ni ahora hay quienes puedan esgrimir argumentos suficientes como para justificar, estos cambios que solo demuestran una cosa.

Y no es otra que el desafío de los humanos en modificar la perfección de la Creación de Dios. Los tiempos fueron establecidos por el Creador y por tanto son inalcanzables para la mente humana para intentar mejorarlos.

Si fuéramos más humildes nos evitaríamos tener que reconocer una vez que somos capaces de repetir el mismo error y que somos incapaces de asumir que nos equivocamos.

Diego Acosta