NO A HALLOWEEN

PERSONAL

En este día hay quienes sin pensar, simplemente por inercia siguiendo las normas y modas del mundo, se aprestan a celebrar una fiesta.

Como es posible que se celebre una fiesta con muertos, espíritus malignos, con consagraciones a seres infernales?

Incluso se ignora de manera perversa, lo que la tradición celta imponía como forma de no verse afectados por los espíritus del mal: La ofrenda de niños para que las familias no padecieran las maldiciones.

Por qué no se comenta que en este el sacrificio ritual de niños, era casi normal?

Incluso lo que se presenta como una simpática costumbre, la del truco o trato, no es otra cosa que la forma de evitar que un espíritu malévolo, maldijera a una casa y a todos sus habitantes, trayendo toda clase de desgracias sobre ellos.

Las calabazas iluminadas tenían el propósito de no encontrarse con este maligno, que se conocía como Jack.

En definitiva, estamos en libertad de celebrar Halloween, pero asumiendo sus consecuencias. La rebeldía contra lo dispuesto por Dios tiene su costo.

Dios es un Dios de vida y no de muerte.

Recordamos: Jesús declara en Juan 8:12

Yo soy la luz del mundo;
el que me sigue, no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la vida.

Estamos advertidos!

Diego Acosta