LIGEREZA

DEVOCIONAL

Mi relación con Dios, puede asemejarse en la práctica, con lo que me ocurría con los viajes.

En un tiempo, eran lentos y podía apreciar todo lo que estaba a mi alrededor. En los actuales, son muy rápidos y alcanzo a distinguir muy poco lo que está ante mí.

Esta manera de obrar bien la puedo llamar ligereza, porque se trata de hacer todo rápido, pero sin tener muchas razones.

Lo cierto, es que cuando hago algún viaje con menos prisa, disfruto y también puedo pensar y valorar sobre lo que veo.

Con el Eterno me sucede lo mismo. Obro con ligereza y me pierdo todo aquello de profundo que tiene el conocimiento sobre su Grandeza.

Esta sencilla reflexión me ha cambiado la forma de obrar. He decidido abandonar la ligereza y acercarme a los tiempos en que viajaba con lentitud admirando todo.

Solamente así podré postrarme ante la Majestad infinita del Altísimo.

Judas 1:25

ES – Al único y sabio Dios, nuestro Salvador,
sea gloria y majestad,
imperio y potencia,
ahora y por todos los siglos. Amén.

PT – Ao único Deus, Salvador nosso, por Jesus Cristo,
nosso Senhor,
seja glória e majestade, domínio e poder,
antes de todos os séculos,
agora e para todo o sempre. Amém!

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com

LOS INCRÉDULOS

Quienes son incrédulos?

Es una inquietante pregunta, porque a veces me incluyo dentro de este grupo de personas, que tienen la facilidad de dudar, particularmente sobre Dios.

Por sorprendente que resulte, somos capaces de creer en relatos que se remontan a lejanos tiempos del pasado y que deberíamos considerar con una cierta reserva.

Acaso existieron determinados personajes?

O sus hechos?

O sus conquistas o sus derrotas?

O los lugares que visitaron y hasta donde murieron?

Pero generalmente los damos por ciertos, aún cuando los márgenes para la duda son mayores que lo razonables en cuanto a la seguridad histórica.

Lo mismo sucede con una teoría que muchos dan por válida, ignorando lo esencial: Ninguna teoría es cierta hasta que no se convierta en ley.

No obstante, sin ninguna clase de rigor consideramos válidos hechos y personajes y también teorías, que deben ser comprobados o demostrados.

Pero con Dios todo es diferente!

En el fondo, muchas veces he pensado que se trata de una manera de no aceptar su existencia, porque significaría que tendríamos que rendirnos ante su Grandeza y Majestad.

Somos capaces de adorar a cualquier tipo de ídolos, incluso personas carnales como nosotros, pero no aceptamos que fuimos Creados y tenemos la Vida por el Dios que negamos.

Lo más triste es que un incrédulo tal vez termine sus días viviendo en una duda que no será capaz de admitir, pero que en el momento final precise aclarar desesperadamente.

Pido perdón por mis dudas y clamo por los que niegan lo Único Verdadero.

João 5:44 – Como podeis vós crer, recebendo honra uns dos outros

                  e não buscando a honra que vem só de Deus?

Juan 5:44 – ¿Cómo podéis vosotros creer, pues recibís gloria los unos de      

                  los otros, y no buscáis la gloria que viene del Dios único?

Diego Acosta / Neide Ferreira

DOS MILAGROS…!

Por unas horas estuve viviendo en una casa donde residen dos familias, que recibieron el maravilloso presente de hijos recién nacidos.

Viví una experiencia reconfortante, porque en medio de la situación que plantea recibir a los primeros hijos, es asombroso como la Obra de Dios se proyecta sobre la vida de las personas.

Quién le enseñó a una joven a ser madre?

Quién le enseñó a comprender las necesidades de una criatura con horas de vida?

Quién le enseñó a los padres, a los esposos, a cuidar de sus esposas y de sus hijos?

Estas y otras cuestiones vinieron a mi mente y todas tuvieron la misma respuesta: Dios en su Grandeza y Misericordia, enseña a los humanos sobre las cuestiones fundamentales para conservar la vida.

Por muchos consejos que las personas mayores puedan dar a los jóvenes padres, ninguna enseñanza es mayor que la del Creador.

Tuve el privilegio de poder apartar unos minutos para reflexionar en todo lo que estaba viendo y viviendo y comprender la inmensa magnitud que tiene el nacimiento de un niño.

Y en mi predicación surgió el tema, inspirado por el Espíritu, para poder comprender lo que significa el nacimiento del Hijo del Hombre.

Así como un niño es una bendición para su familia, el nacimiento del Niño Jesús, es la bendición para toda la humanidad.

Maravillosa revelación que tenemos para que cada hombre y cada mujer, advierta todas las grandes Verdades contenidas en la Palabra de Dios.

Un niño nace de la unión de un hombre y de una mujer!

Un niño es el testimonio del milagro de la Vida!

Salmo 36:9

Porque contigo está el manantial de la vida;
En tu Luz veremos la luz.

Diego Acosta / Neide Ferreira

www.septimomilenio.com