RETENER EL BIEN

 

DEVOCIONAL

Que doloroso resulta comprobar que un día pudimos hacer el bien y no lo hicimos. Como lamentaremos esta situación, que afectó al Prójimo.

Cada vez que pienso en esta cuestión, mi corazón se estremece de pesar, porque por una injusta decisión hubo alguien que no pudo recibir lo que estaba en mi mano darle.

Por qué se obra de esta manera tan equivocada?

Hablando por mí podría decir que hay algo de maldad en el proceder, porque he cerrado mi puño cuando debí abrir mi mano con generosidad.

Sería como aquel que retiene algo que le agrada pero que no le pertenece y entonces trata de tenerlo en su poder todo el tiempo posible.

Pero luego llega la hora del arrepentimiento, de la tristeza porque hemos privado al Prójimo algo que era legítimamente suyo porque eso era lo que Dios había dispuesto que tuviera.

Me humillo ante el Eterno y pido perdón por mi necedad y por la falta de grandeza en la hora de la bondad.

1 Timoteo 6:18
Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras,
dadivosos, generosos.

Diego Acosta / Neide Ferreira

 

HACER EL BIEN

EL ABUELO SALOMÓN

Que consejo más sabio se puede dar a ningún ser humano, que el de que haga el bien todas las veces que esté en su mano hacerlo?

Por las vivencias personales o por haber oído de los mayores o por haber estudiado la vida de los hombres se desarrolla en medio de una constante lucha entre el bien y el mal.

De allí la importancia que tiene obrar con el mejor de los propósitos porque caso contrario, estaríamos sirviendo a quién solo tiene por fin la destrucción de las vidas comenzando por afectar sus conciencias.

De esta manera se nos encamina a tener el corazón dispuesto a dar al que nos pide, sin pensar en que utilizará lo que pongamos en sus manos, porque esa será su responsabilidad.

Y si fuera necesario le demos también aquello que nos es imprescindible, pensando que un día nos será devuelto.  Obrando de esta manera estaremos ayudando al Prójimo.

Que un día podríamos ser…nosotros mismos!

Diego Acosta