NO OS CONFORMÉIS
Pablo nos advirtió
de que no obremos según las
seducciones del mundo,
sino que cambiemos nuestra mente
con el impulso inspirador del Espíritu Santo!
Diego Acosta – MENSAJE
Pablo nos advirtió
de que no obremos según las
seducciones del mundo,
sino que cambiemos nuestra mente
con el impulso inspirador del Espíritu Santo!
Diego Acosta – MENSAJE
SÉPTIMO MILENIO
Homofobia es el término que se ha destinado para describir el rechazo, miedo, repudio, prejuicio o discriminación hacia mujeres u hombres que se reconocen a sí mismos como homosexuales. De todas formas, el uso cotidiano del vocablo incluye a las otras personas contempladas en la diversidad sexual, como ocurre con los bisexuales y los transexuales. Incluso, a aquellos seres que mantienen hábitos o actitudes que suelen ser atribuidos al sexo opuesto, como los metrosexuales.
Cabe destacar que la homofobia carece de una definición precisa, ya que no se trata de un concepto de alcance estrictamente psiquiátrico. Hay quien considera homófoba a toda persona que no respalde o no se manifieste a favor de la homosexualidad. Sin embargo, la noción hace referencia a la discriminación, es decir, al rechazo o a la persecución.
«Ni rechazo ni persigo ni repudio a los homosexuales, bisexuales, transexuales o metrosexuales, cada uno vive su vida como quiere.
Exijo el mismo derecho para mi, yo creo en Dios, en lo que dice su palabra y en Jesucristo como Señor y Salvador.
Yo no acuso, ni ridiculizo, no persigo, ni fuerzo a nadie a creer lo que yo creo, porque no soy yo la que ha creado los cielos y la tierra ni todo lo que en ella hay.
Yo no establezco las leyes ni obligo a nadie a que las cumpla, todos seremos juzgados eso lo tengo claro y después nadie podrá decir ¡¡yo no lo sabía!! Aunque yo enmudezca tu realidad será la que es.
Dice la Palabra de Dios que nadie podrá (por mucho que se afane) añadir un codo a su estatura, y nadie podrá dejar de ser lo que es por mucho que lo quiera».
Lourdes Diaz
Oremos por las iglesias luteranas noruegas que casarán homosexuales!
Oremos por sus líderes!
Oremos para que el mandamiento del matrimonio hombre-mujer no sea transgredido!
Oremos por la restitución del valor que Dios concedió al matrimonio!
Oremos por los países que violan el mandamiento hombre-mujer!
Clamemos por quienes desafían a Dios!
Blog del TIEMPO!
Unos días antes de los comicios que consagraron al nuevo presidente del país, comentamos las campañas que hacían las iglesias para que los miembros de las congregaciones acudieran a votar.
De acuerdo a lo que la mayoría de los especialistas consideran como probado, el voto evangélico respaldó al candidato del Partido Republicano, como ha venido ocurriendo desde hace muchos años.
Lo que llama la atención es que el voto evangélico es considerado como conservador y en otros casos como ultra conservador.
Las razones de estas apreciaciones: El voto evangélico está respaldando al partido que tiene posiciones de firmeza con relación a dos temas muy importantes desde la perspectiva espiritual.
Uno es el aborto y el otro el de los matrimonios homosexuales. En ambos casos el voto evangélico resulta crucial en defensa de la vida y en la defensa del concepto bíblico de la familia.
Por tanto resulta cuanto menos curioso que se llame conservadores a quienes defienden la vida y a quienes defienden el concepto de familia para la unión entre un hombre y una mujer.
Desde esta visión, que se haya votado a un determinado candidato no debe sorprender ni tampoco preocupar. En definitiva se trata de que los evangélicos adoptaron una posición concreta frente a lo que consideran muy importante para su país.
Y ser firmes en las convicciones, es algo que legítimamente se nos debe reclamar a quienes debemos vivir según el mandato de Dios, expresado en la Biblia.
Diego Acosta
La Iglesia Luterana de Sajonia ha dispuesto que sean los pastores los que tengan la decisión final, sobre si casan a dos personas de un mismo sexo.
Aconsejan a su vez a los pastores para que consulten con el consejo parroquial, para no provocar divisiones dentro de la congregación a causa de sus decisiones.
La disposición de la iglesia Luterana pone énfasis en remarcar que se pretende que se deben evitar las disputas y también asegurar la convivencia fraterna.
Para que las bodas puedan celebrarse por lo menos uno de los contrayentes debe pertenecer a la iglesia, donde debería celebrarse la boda.
La iglesia Luterana de Sajonia estudió la cuestión de las bodas homosexuales desde octubre del año pasado y luego adoptó la decisión que comentamos.
Frente a esta disposición de la Iglesia Luterana de Sajonia cabe preguntarse: Y Dios?
El pronunciamiento de su Palabra sobre la cuestión de la relación entre dos personas del mismo sexo, es tan categórica como irreversible.
Oremos por quienes llegan a conclusiones como esta, que desafían los Mandatos de Dios y abren la posibilidad para que otras personas hagan lo mismo.
Oremos por la Iglesia Luterana de Sajonia!
Diego Acosta