NECIO NO ESCUCHA
EL ABUELO SALOMÓN
Recordando algunos momentos de mis tiempos de estudiante, comprendí algunos errores, que son muy difíciles de entender.
Cuántas veces dejé de prestar atención a la enseñanza de los maestros, creyéndome superior y lo que es peor, que lo sabía todo o casi todo.
Esta soberbia al final no demuestra otra cosa que un alto grado de ignorancia, porque solo los ignorantes se niegan a ser enseñados, como era mi caso.
Un ignorante comienza a dar este tipo de pasos sin advertir que se dirige a convertirse en un auténtico necio, porque en lugar a saber cada día más, sabe cada día menos.
Además de demostrar que dejar de prestar atención a un maestro es una gran falta de respeto, hacia quién no solo que ha aprendido de otros maestros, sino que nos enseña sus propias experiencias.
Pienso en los errores que me podría haber evitado de haber sido menos petulante y más humilde, para escuchar con atención lo que otra persona me estaba enseñando.