LA QUEJA

Por definición la queja es una expresión de dolor, de resentimiento o de desazón.

Constituye un hecho nuevo la actitud de quejarse?

No, posiblemente sea tan antigua como el hombre, que siempre encontró motivos suficientes como para elevar su voz.

Incluso los hombres nos hemos quejado de Dios y ante Dios!

Pensemos en la QUEJA. Generalmente demuestra un inconformismo que no tiene nada que ver con la realidad.

Una actitud que bajo la forma de un cierto dolor, en el fondo no alcanza a ocultar una actitud de rebeldía.

Pensemos: Como cambiaría nuestra vida si en lugar de quejarnos, admitiéramos nuestra parte en lo que nos ocurre, dejando que sea el Eterno quién nos auxilie.

La queja contamina y es contaminante. Destruye y es destructiva!

Antes de quejarnos, oremos clamando por la Sabiduría que viene de lo Alto!

Sellemos nuestros labios y nuestro corazón a la queja. Elevemos nuestra mirada y busquemos al Padre y a su Amor!

Eclesiastes 3:17

Eu disse no meu coração: Deus julgará o justo e o ímpio;

 porque há um tempo para todo intento e para toda obra.

Eclesiastés 3:17

Y dije yo en mi corazón: Al justo y al impío juzgará Dios;

porque allí hay un tiempo para todo lo que se quiere y para todo lo que

se hace.

Diego Acosta / Neide Ferreira

REENCUENTRO

Quién se alejó de Dios, no debe tener ningún temor en volver hacia ÉL!

Podríamos poner como un sencillo ejemplo, cuando tomamos contacto con una persona que hace mucho que no vemos y con la que tuvimos una estrecha relación.

Se alegrará de vernos?

Podríamos tener la certeza de que sí, nos recibirá con entusiasmo porque hemos vuelto y porque nuevamente se abren las posibilidades de reanudar el diálogo…

Si pensamos que otro hombre o que otra mujer reaccionarán de esta manera, por qué no pensar lo mismo del Todopoderoso?

En este caso sí podemos tener la certeza, de que nadie se alegrará más que ÉL!

Esta seguridad se origina en que conoce nuestro corazón y comprenderá nuestros errores, nuestros fallos y aún nuestras rebeldías.

Lo importante es la actitud con la que volvamos a su lado!

Si somos sinceros, honrados con nosotros mismos, encontraremos nuevamente el refugio, el puerto seguro y el abrazo de Padre que recibe a su hijo.

Estos pensamientos se originaron en un comentario que un hermano me hizo, con relación a volver de donde no debió haber salido.

Estaba dominado por la incertidumbre y hasta con vergüenza, por haber sido débil y dejarse arrastrar por la cautivante corriente del mundo.

Jesús dijo que era la Puerta y que era el Pastor de todas sus ovejas!

No importa que hayamos abandonado el redil, lo que es más valioso es que hayamos comprendido que el mejor lugar para cada uno de nosotros, es estar bajo su Cuidado y su Autoridad.

Si estamos arrepentidos de verdad, volvamos con alegría, porque seremos recibidos como el hijo pródigo!

1 João 3:1

Vede quão grande amor nos tem concedido o Pai: que fôssemos chamados filhos de Deus. Por isso, o mundo não nos conhece, porque não conhece a ele.

1 Juan 3:1

Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.

Diego Acosta / Neide Ferreira

LA BIBLIA – Juan 14

Jesús es el camino y el Espíritu Santo el Consolador que nos ayudará siempre!

1 No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.

Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.

Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.

Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?

Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.

Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.

Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?

10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.

11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.

13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.

14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.

15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.

16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:

17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.

18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.

19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.

20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.

21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.

22 Le dijo Judas (no el Iscariote): Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?

23 Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él.

24 El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre que me envió.

25 Os he dicho estas cosas estando con vosotros.

26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

27 La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

28 Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.

29 Y ahora os lo he dicho antes que suceda, para que cuando suceda, creáis.

30 No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.

31 Más para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí.

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LA BIBLIA – Santiago 3

Santiago nos da las pautas para vivir una vida santa y agradable al Señor, con la Sabiduría que viene de lo Alto.

1 Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.

Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

He aquí nosotros ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, y dirigimos así todo su cuerpo.

Mirad también las naves; aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde el que las gobierna quiere.

Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, !cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno.

Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana;

pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios.

10 De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

11 ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga?

12 Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.

13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.

14 Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad;

15 porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica.

16 Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.

17 Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía.

18 Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.