RENOVAR EL PACTO

Así como la Misericordia de Dios
se renueva cada día,
así debemos de renovar nuestro Pacto con el Eterno,
para ser fieles cumplidores en el nuevo año
del Mandato de llevar el Evangelio a toda criatura.
Diego Acosta – MENSAJE
CONGREGACIÓN SÉPTIMO MILENIO

LO ESCUCHARÍAMOS…?

BLOG del TIEMPO

Mirando con atención la imagen de un anciano de 95 años, surgen varias cuestiones que tienen que ver con nosotros y no con él.

El anciano sigue predicando en Uganda, con una Biblia gastada el tiempo, pero adquiriendo un valor muy especial en sus manos.

Y no es porque alguien le pueda otorgar más valor a la Palabra de Dios, sino porque este hombre en su tremenda humildad, empequeñece a quienes solo somos militantes de la vana-gloria.

Y en este punto, nos preguntamos escucharíamos a este predicador?

Salvando las diferencias culturales, lo escucharíamos?

O tal vez antes se nos pasara por la cabeza la posibilidad de vestirlo, adecentarlo según nuestro modelo de decencia y de hacerlo creíble según nuestros parámetros.

Ante la visión de la imagen, resulta patético nuestro esfuerzo por comprender que este anciano está haciendo lo más importante que se pueda hacer en la vida: Cumplir con lo que nos mandó Jesús.

Llevar el Evangelio a todos los confines! Que Dios bendiga a este siervo ejemplar!

Diego Acosta

Foto: Carlos Corbelini

QUE BUSCAMOS…?

DEVOCIONAL

Muchas veces me pregunto: Estoy buscando expandir el Reino de Dios o me estoy preocupando por hacer más grande mi propio reino personal?

Es una pregunta molesta, irritante!

Pero que confronta las intenciones del corazón y como casi siempre el problema no es tanto la pregunta, sino las respuestas que podamos dar delante del Eterno.

A partir del Mandato de Jesús de llevar el Evangelio hasta los confines de la tierra, es legítimo que nos preocupemos por hacerlo, pero sabiendo siempre que estamos siendo verdaderamente fieles.

Las dudas sobre qué es lo que realmente estoy haciendo, es lo que prepara la tierra para que los falsos profetas vengan con sus mensajes tan exitosos como peligrosos.

Cada uno debe pensar en las intenciones de su corazón, porque es evidente que podemos engañar a muchos, pero no podremos nunca engañar ni una sola vez al Eterno.

No debo desafiar al Altísimo!

Ezequiel 13:10
Sí, por cuanto engañaron a mi pueblo, diciendo: Paz,
no habiendo paz; y uno edificaba la pared,
y he aquí que los otros la recubrían con lodo suelto,

 Diego Acosta / Neide Ferreira