CLAMAR
DEVOCIONAL
Resulta difícil de imaginar cuántas personas clamaron a Dios a lo largo de los milenios, en situaciones extremadamente graves y que se solo se pueden solventar con su auxilio.
David lo hizo luego de haberse enfrentado con Abimelec, en circunstancias dramáticas y que lo obligaron a recurrir al gran recurso que siempre tenemos quienes creemos en el Eterno.
Orar y clamar, para pedir la ayuda que solo ÉL puede darnos, porque las fuerzas humanas por poderosas que sean, siempre serán insignificantes ante la magnitud de algunos problemas.
No en vano la propia Biblia, nos enseña a que clamemos por la ayuda del Señor con la certeza de que siempre nos escuchará y que su intervención se producirá en el tiempo justo, a pesar de nuestras angustias.
Esa es la fe que se nos demanda. Saber que el Todopoderoso, siempre responderá a nuestro clamor y que nunca nos abandonará, porque ÉL lo ha prometido y porque en ello se fundamenta nuestra fe.
Salmo 34:6
ES – Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias.
PT – Clamou este pobre, e o Senhor o ouviu;
e o salvou de todas as suas angústias.
Diego Acosta / Neide Ferreira