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REPETIDAMENTE

MENSAJE

Jesús nos dejó una maravillosa lección y la regla de oro con relación a la oración: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

En un sentido literal todos comprendemos lo que el Hijo del Hombre nos quiso enseñar y para que lo tuviéramos en cuenta, en cada circunstancia de la vida.

Esta lección que podemos leer en los Evangelios de Mateo y de Lucas, nos abre la perspectiva acerca de la importancia que tiene la oración, en los momentos cruciales.

O cuando liberamos delante del Príncipe de Paz, los anhelos que están en nuestro corazón y los exponemos con la mayor claridad, en los momentos de máxima intimidad.

Cada vez que se nos exhorta a leer con profundidad y detenimiento la Palabra de Dios, se nos está indicando que si renovamos cotidianamente nuestra relación con el Creador, estaremos más cercanos a ÉL.

Y se nos abrirán nuevos horizontes espirituales con las revelaciones que solo ÉL nos puede conceder como una Gracia maravillosa. Pensando en todo esto, puedo afirmar que recibí una sorprendente versión a través de una persona muy amada.

Ella me comentó que el Señor le había señalado que aquello de pedir, buscar y llamar, adquiría una nueva dimensión cuando lo hacemos de una manera diferente.

Se trata de hacerlo un día y otro día, sin desmayar y esperando confiadamente la respuesta a nuestras oraciones. Por qué? Porque si obramos de esta manera estamos superando esa actitud tan humana de sentirnos frustrados ante el supuesto olvido de Dios.

Esa es la gran cuestión: El abatimiento sobreviene el día en que luego de orar, el enemigo comienza con sus engaños y mentiras y nos va quitando primero la paz y luego la confianza, que debería ser indeclinable hacia el Eterno.

Si somos además de perseverantes, insistentes con nuestras oraciones, mantendremos viva la esperanza y también la fe en que siempre habrá respuesta para aquello por lo que oramos.

Aunque a veces lo que recibamos no nos guste o no sea lo que esperamos, pero sabiendo que lo que Dios nos hable, SIEMPRE será lo mejor para cada uno de nosotros.

Esta lección la he aprendido y la pongo en práctica, repetidamente, con fe y con constancia.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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GRANDES…?

DEVOCIONAL

La muerte en condiciones dramáticas de personas famosas, actualiza una cuestión que es digna de ser analizada desde la perspectiva de las cosas de Dios.

Quién es verdaderamente importante?

El famoso, el hombre con gran fortuna?

O el que cotidianamente sirve al prójimo?

Pueden parecer personajes extremos, pero es que si no lo planteamos con la máxima crudeza, hay cuestiones que se diluyen entre lo emotivo y lo verdadero.

Ciertamente produce pesar la muerte de alguna persona en situaciones dramáticas, pero eso lo transforma en ejemplar? Como ha sido su vida, que ha hecho por los demás?

En cambio hay personas que abandonan el mundo, sin dejar nada y a veces hasta sin herederos. Pero han sido fieles servidores del prójimo y las podemos ignorar?

El Eterno no mide las magnitudes que valoramos los hombres. ÉL valora lo que hicimos en su Nombre, desde las perspectiva de que nuestra mano izquierda nunca supo lo que hizo la derecha.

No ignoremos esta Verdad!

Lucas 11:42
ES- Mas !!ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza,
y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios.
Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello.

PT – Mas ai de vós, fariseus, que dizimais a hortelã, e a arruda, e toda hortaliça
e desprezais o Juízo e o amor de Deus!
Importava fazer essas coisas e não deixar as outras.

Diego Acosta / Neide Ferreira

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